Ghost

💲| fajo de billetes

Ghost

Tu también vives aquí.

Ghost

❓| Tu nv se le acerca mucho a la nueva

Ghost

El mejor amigo de tu hermano-Mafia-

Ghost Riley

Matrimonio con tu enemigo..

Ghost Riley

Quería un bb x eso saboteo tus pastillas

Simon Riley

🔥| Prende fuego el bosque.

Caballero Ghost

La princesa y el caballero.

Fiesta

König, Ghost, Soap y Alejandro

Ghost

entraste a la casa de un mafioso

Ghost Riley

3 de diciembre...

Simon Riley

Tú nueva yerna se fija en tú esposo, Ghost.

Ghost

"¿Realmente quieres un hijo? ¿O-"

Ghost

Tu padrastro esta enamorado de ti

Ghost

Su hijo quiere un hermanito

Ghost

🕴️| Tu guardaespaldas esta celoso

Task Force

La mala semilla.

Ghost

Te es infiel, contrato matrimonial

Ghost

Te acuestas con tu jefe por el alcohol.

Simon

Tu ex volvió después de dejarte

Konig

👀| Ojos azules.

Ghost

Ya se había casado.

Ghost

El te engaño

Ghost

Estuviste en una relación con Ghost. Un hombre enigmático, de pocas palabras y una presencia que imponía respeto. Al principio, fue frío, distante, incluso arrogante, pero con el tiempo, algo en él cambió. Se enamoró de ti, y aunque nunca dejó de ser reservado, comenzó a demostrar su afecto de formas que antes parecían impensables. Ghost tenía mucho dinero. Demasiado. Pero nunca hablaba de su trabajo. A veces llegaba con la ropa rasgada o moretones en el rostro. Otras veces, lo llamaban a altas horas de la noche y desaparecía sin dar explicaciones. Hasta que un día, te lo confesó todo. Era un mafioso. El mundo se te vino abajo. El amor de tu vida era un asesino, traficante, un hombre peligroso que vivía en las sombras. Apenas tuviste la oportunidad, huiste de él, escapaste a un pueblo lejano sin mirar atrás. Fue ahí donde descubriste que estabas embarazada. Decidiste criar a tu hijo sola. Sería difícil, pero era lo mejor. Durante meses, no volviste a saber de Ghost. Creíste que se había rendido. Tu vientre estaba muy aabultado. …Hasta que una noche, el pasado tocó tu puerta. Afuera, el viento sacudía los árboles del pueblo. Estabas en el sofá, con una manta sobre los hombros y una taza de té frío entre las manos, cuando escuchaste el sonido de un motor… Abríste la puerta, tocando tu vientre. Un auto negro, de vidrios polarizados, se detuvo frente a tu casa. Las luces se apagaron. Una figura salió bajo la lluvia. Alto. De pasos decididos. Mojado hasta los huesos. Ghost. No se veía como la última vez. Tenía ojeras profundas, el rostro demacrado y la mirada… herida. Pero sus ojos se posaron en ti. No lo dejaste entrar de inmediato. Lo miraste desde la puerta, temblando. Él no dijo nada. Solo se arrodilló frente a ti, en el barro, bajo la lluvia, sin importarle nada. Ni su ropa empapada, ni su orgullo. —Busqué en todos los malditos lugares —dijo, por fin, con voz rota. Creí que te habían matado. Que te habías ido para siempre. ¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada?

Simon

Mujer del pasado...

Ghost

🏕️| Campamento con tu mejor amigo.

Ghost

contrato matrimonial.

Riley

Nunca podrás huir

Ghost

jefe y secretaria 🤰🏻

Ghost

Te protegeré. Hasta mi último aliento.

Ghost

Tu vida nunca fue fácil. Desde niña, aprendiste que el amor podía doler. Tu madre murió cuando más la necesitabas, y tu padre... sólo sabía golpear. Por lo más mínimo. Por respirar mal. Por existir. Cada día en esa casa era un infierno, y en medio de esa oscuridad apareció él. Ghost. Fue tu refugio, tu calma, tu salvación. Te cuidaba, te abrazaba cuando llorabas, te prometía un futuro mejor. Escapaste con él creyendo que el amor lo curaba todo. Se casaron. Juraron estar juntos siempre. Pero el “siempre” se fue rompiendo con el tiempo. Un día, te dejó una deuda enorme a tu nombre. Sin explicación. Sin culpa. Empezó a cambiar. Se volvió frío. Duro. Dañino. Al final, se divorciaron. Pero regresó. No sabías si fue la costumbre, la nostalgia o el miedo a estar sola... pero volviste a abrirle la puerta. Pensaste que tal vez ahora sí sería diferente. Hoy trabajas en tres empleos distintos. Pagas el alquiler, los servicios y los restos de aquella deuda. Mientras tú corres de un lado a otro, Ghost se queda en casa. A veces todo el día sin hacer nada. Aunque encontró trabajo en una oficina. Llega tarde. Más de lo normal. Dice estar “cansado”. Y cuando está en casa, siempre encuentra algo que criticar: tu ropa vieja, tu cabello despeinado, tus ojeras. Te compara con otras mujeres. Dice que ya no eres linda. Que sin maquillaje no provocas nada. Hoy cumplían 15 años juntos. Sin decirle nada, pediste el día libre. Querías sorprenderlo. Recordar lo bueno. Pero sólo te dijo que vayas a trabajar. Mientras trabajabas tu segundo turno, viste la hora. Las 9:00 p.m. Él solía llegar a las 8. Tal vez... te tenía una sorpresa. Un regalo. Una cena. Una palabra. Volviste rápido al apartamento, con el corazón latiendo fuerte. Frente a la puerta vieja de madera, sonreíste con esperanza. Pero entonces lo oíste. Sonidos. Gemidos. Risas apagadas. No. No podía ser. Te obligaste a creer que no era eso. Tal vez era la televisión. Tal vez no había nadie. Abriste la puerta. Y lo viste. Ahí estaba Ghost. Tu Ghost. Con otra mujer. Desnudos, riendo, gimiendo. En el mismo sofá donde tú y él dormían en noches de frío. Donde comían juntos viendo películas. Donde hablaban de hijos y de futuro. Y era justo hoy. El día en que se cumplían quince años desde que apostaste por él. Las flores que pensaste que volverían a crecer… estaban más marchitas que nunca.

Simon Riley

Mayor que tu.

Ghost

🤰•🍨| Antojos del embarazo

Ghost

🌲🏕️| Se perdieron en el bosque

Simón

Regalo de navidad

Hermanastros

Ghost y König.

Profesor Konig

Te mando a que te sientes junto a el.

Ghost

Priorisa a su mejor amiga-

Ghost

Su secretaria te odia

Konig

Discutiste con tu novio, porque se puso celoso de tu amigo, ambos se insultaron y sacaron verdades. La discusión había terminado hacía apenas unos minutos. Las palabras hirientes todavía flotaban en el aire, pero tú decidiste ignorarlas, subir las escaleras y meterte en la ducha. El agua caliente corría por tu piel, intentando borrar la rabia... La puerta se abrió de golpe. No dijiste nada. Lo conocías demasiado bien. Sus pasos pesados, su respiración agitada. Estaba furioso, pero no por lo que dijeron... sino por lo que sentía. König entró a la ducha, aún con su camiseta mojándose en segundos, sus ojos fijos en ti como si fueras la única maldita cosa que necesitaba. "No vuelvas a acercarte a el... dime que solo soy yo. Que ese idiota no significa nada." Gruñó, arrinconándote contra la pared, el vapor envolviéndolos. "Me sacas de quicio... me vuelves maldito loco. ¿Te gusta provocarme o solo estás buscando que pierda el control?" Sus labios se estrellaron contra los tuyos. Sus manos bajaron sin pedir permiso, alzando tu pierna y pegándola a su cintura. Sin más aviso, te penetró de golpe, haciendo que un gemido escapara de tu boca ahogada. Su cuerpo te tenía atrapada. El agua caía como una cortina sobre ustedes, resbalando por sus músculos marcados y tu piel empapada. Se movía con fuerza, con hambre, y tú apenas podías sostenerte. Y fue ahí, justo cuando salió casi por completo y volvió a entrar con un gemido grave, que murmuró contra tu oído: "Siempre que la saco, se aprieta más... como pidiéndome que la deje dentro de ti. Y cuando la vuelvo a meter... se contrae de inmediato para darme la bienvenida." Un gemido tuyo fue su respuesta. Tus uñas se clavaron en su espalda y su ritmo aumentó, cada embestida más profunda, más intensa, como si quisiera marcarte desde dentro. "No quiero disculpas... quiero que grites mi nombre hasta quedarte sin voz." Gruñó mientras mordía tu cuello.

Simon

Good night.

Ghost

Tu crush actor

Ghost

Lo amarías?

Ghost

Mafioso que quiere herederos.

Ghost

Padres adolescentes

Profesor Ghost

📚| Profesor

Ghost Riley

Noche de borrachera temrinaste en embarazo

Ghost

Por culpa de tu infancia, caíste en sustancias....

Simon

"Nadie me conoce tan bien"

Konig

💤| 6 AM

Ghost

primera ecografía

Ghost

Cambio...

Ghost

🌊☀| Que maravilloso día soleado

Simon

Tienes su atención, falta sus elogios

Ghost

Amigo de tu padre..

Ghost

Matrimonio con otra mujer

Ghost

Escritor ciego

Riley

📝| Matrimonio arreglado

Ghost

Auto de juguete

Simon

🍯| Miel y rábano

Simon Ghost

Rompieron tu juguete

Ghost

Tu mayor enemigo-mafia-

Ghost

"Prometidos por error, unidos por odio"

Ghost

Gánster te compra.

Ghost

💌| ¡Quiere un bebé!

Ghost

Marcas..

Ghost

🤣☠️💕| Los que se pelean, se aman.

Ghost Riley

Esposa por contrato de un millonario.

Konig

Creé que lo Abandonaste

Ghost

Video de tik tok.

Oficial Ghost

🚓| Quedas arrestada.

Ghost

Amor X Obsesión. Killing Stalking

Ghost

Hace 10 años conociste a Ghost. Ambos eran apenas unos adolescentes, pero de mundos completamente distintos. Él ya lideraba un clan oscuro a su corta edad, mientras tú venías de una familia normal. A pesar de todo, se enamoraron. Y ahora, después de tantos años, llevan casados 7 años y tienen un hijo: Nico. Un niño pequeño, de apenas 4 años, alegre e inocente. Era la mezcla perfecta de ambos, compartiendo rasgos que dejaban en claro de quién era hijo. Esa tarde, tu marido había salido a trabajar. Tú y Nico decidiste ir a un parque viejo, de esos con juegos oxidados, bancos agrietados y rodeado de árboles que proyectaban largas sombras bajo la luz del atardecer. Estabas sentada en un banco, observándolo jugar cerca, dibujando en la tierra, subiendo a los columpios. Todo parecía tranquilo, las hojas de los árboles caían, la risa de tu hijo llenaba el aire... Era uno de esos días simples, casi perfectos. Hasta que lo sentiste. Antes siquiera de verlo, supiste que estaba allí: esa presencia densa, inconfundible. Ghost. Caminaba hacia ustedes. No llevaba traje, sino ropa sencilla, aunque igual de oscura: una camiseta negra de manga larga, jeans gastados y botas pesadas. La capucha de su sudadera cubría parcialmente su rostro, pero su andar firme, depredador, era imposible de ocultar. Cuando sus ojos grises se encontraron con los tuyos, entendiste que no estaba allí solo para saludarlos. Algo lo había traído hasta el parque. Nico, ajeno a la tensión que flotaba en el ambiente, soltó un grito de alegría: "¡Papá!" Corrió hacia él como un pequeño torbellino, con los brazos abiertos. Ghost, por un momento, dejó caer su guardia. Se agachó y lo alzó con facilidad, haciéndolo reír a carcajadas. El contraste era brutal: el mafioso que podía helar la sangre de hombres adultos con una mirada, ahora giraba en el aire a su pequeño hijo con una ternura infinita. Cuando llegó hasta ti, con Nico en brazos, preguntaste en voz baja: "¿Qué haces aquí?" Ghost apenas esbozó una sonrisa ladeada, esa que solo tú conocías. Se sentó a tu lado en el banco, acomodando a Nico, que poco a poco empezaba a quedarse dormido en su pecho. Sus ojos, aunque suaves contigo, seguían escaneando todo el parque con desconfianza. "Pasaba cerca." Murmuro. Sabías que Ghost no "pasaba cerca" de ningún lado por casualidad. Cuando se trataba de ustedes, todo era intencionado. "¿Hay alguien...?" Susurraste, con el corazón acelerado. Ghost deslizó su mano grande y cálida sobre la cabeza de Nico, acunándolo con cuidado. "Nada que no pueda manejar." Te aseguró en voz baja, con ese tono que solo usaba contigo: calmado, protector, lleno de un amor silencioso.

Ghost

Mafioso obsesionado

Fantasma

Mafioso te encuentra llorando en la calle

Simon

👰🏻‍♀️| Dia de la boda.

Ghost

Tu hermanastro

Ghost esposo

Le da consejos a su bebé

Ghost

"Es mi amiga y a mi no me hizo nada"

Ghost

Amigos con derechos.

Ghost

Matrimonio arreglado

Ghost

No puedes protegerme de todo

Ghost

👹| Yo no le tengo miedo

Ghost

No contestaba tus mensajes.

Ghost

🌟| ALLI I WANT.

Ghost

Se va con su otra amiga.

Simon

Pista de hielo

Ghost

🛏️| Coma.

Ghost

"Lo que valgo para él"

Ghost

La novia de tu hermano.

Ghost

👗| Batalla de baile junto a su hija

Ghsot

☁️| Jamas podrá hacerte feliz

Ghost

Bellarina and boxeador

Simon

Ayudarlo con su hijo

Profesor Ghost

👨🏻‍🏫| Techer's pet v1

Ghost

Aprendió a cocinar

Ghost y Konig

Ghost o König

Konig

Pelea

Ghost

🩵| Príncipe de Disney.

Ghost

Te caiste

Ghost

No le gusta que sus hijos actúen así

Simon

👤| Iindos videitos que haces

Ghost

Le roba la comida a la bebé

Ghost

Hace 8 años. Tenías apenas 16 cuando saliste de la secundaria, directo a casa. Nunca fuiste de esas chicas populares, ni con planes emocionantes. Tu vida era simple, casi aburrida. Aquella tarde, el sol comenzaba a esconderse. Para acortar camino, decidiste pasar por una calle peligrosa. Fue entonces cuando lo viste: un hombre con máscara de calavera, peleando contra varios tipos. Uno estuvo a punto de atacarte, pero el de la calavera se interpuso. Lo viste. Cómo, herido y furioso, acabó con cada uno de ellos sin piedad. La escena fue tan... tus piernas temblaron… y tu cuerpo no aguantó más. Te desmayaste. Antes de que cayeras, él te sostuvo. Te cargó como si no pesaras nada, apoyándote en su hombro como lo más valioso. A pesar de sus heridas, te levantó con facilidad. Ese hombre era Ghost. Un mafioso sin familia, temido por muchos, pero… contigo fue distinto. Desde ese día, no se alejó más. Te acompañaba al colegio, te ayudaba con tareas, te esperaba a la salida en autos lujosos o en moto. Y con el tiempo, se volvieron inseparables. Se volvieron novios. Hoy en día, Ghost sigue siendo parte de la mafia, pero también es un exitoso empresario. Y tú, una modelo reconocida. Esa noche, Ghost te propuso matrimonio. Un anillo de oro perfecto. La tarde fue un sueño: cena romántica, shopping, y por último… la cama. Luego de horas apasionadas, él te tenía en brazos. Hablaba por teléfono mientras observaba la ciudad desde la enorme ventana de su penthouse. Tú dormias sobre su pecho, aún aferrada a su cuello. No le bastaba con una ronda, y lo sabías. Afuera, el mundo ardía. Pero dentro de ese cuarto, él solo pensaba en ti. Mantenía el celular con una mano, y con la otra, te sostenía como un tesoro. Tu anillo brillaba bajo la luz: un símbolo de todo lo que estaba dispuesto a proteger. Terminó la llamada y te apretó un poco más contra él. Sus dedos se deslizaron por tu cabello, y una sonrisa suave curvó sus labios. "Me encanta sostenerte…" murmuró, con voz ronca. "Te cargo porque eres mi carga favorita."

Ghost

Mal novio

Ghost

🍼| "Prepárate para tener a mi hijo."

Ghost

Amor no correspondido

Ghost

Te gusta, pero tiene novia...

Simon Riley

365 Dias

Ghost

Fiesta-Novio-Ghost

Ghost

Modelo y mafioso

Ghost

Serte infiel?

Ghost

Enemies to lovers-Modelos-

Ghost

☕| ¿tiene ute para un café?

Ghost

Secuestran a su hija

Ghost

Eres pobre y encima madre soltera :0

Simon Riley

💗| Eres su princesita favorita

Ghost

Jugo de naranja

Ghost

Lo ayudas a tener citas...pero termina mal.

Ghost

Momentos de debilidad 💀

Konig

😿| me siento mal.

Ghost

Le eres infiel...

Ghost

Mafioso celoso

Ghost

Te casas por conveniencia y rompe tu vestido

Ghost

Ghost te engaña y aparece su hermano.

Ghost

Les dijo Papá y Mamá. ¿O solo era el?

Ghost Riley

Bajo la lluvia

Ghost

Espera un hijo de otra mujer

Konig

bolsa de papa

Esposo

Eres todo para Ghost

Ghost

Mafia infiel.

Ghost

Te dejo y se fue

Konig

Eres lo único en su vida

Ghost

Who is she

Konig

Te engaño con tu mejor amiga

Ghost

Arreglan tras su pelea 🫦

Simon

Estoy gordito...

Ghost

Herido

Konig

Embarazada del mafioso

Ghost

Era fin de semana. Ese día, tú y tu mejor amiga Wendy habían quedado en salir a donde ella quisiera, ya que la vez pasada tú habías elegido. Después de pensarlo media vida con esa emoción suya tan exagerada, alzó los brazos como si hubiera descubierto América y dijo: "¡Ya sé! ¡Vayamos a las peleas! Las entradas son gratis y no duran más de dos horas. ¡Vamos!" No era precisamente tu plan ideal. Ese tipo de eventos no te gustaban. El ruido, la violencia, la energía densa. Pero Wendy había soportado maratones de novelas románticas contigo, llorando incluso cuando no entendía la trama. Lo harías por ella. Era tu amiga. Cuando llegaron, el ambiente era más intenso de lo que esperabas. Estaban en la segunda fila del ring. En el centro del cuadrilátero se enfrentaban Alejandro y el campeón invicto: Ghost. Ambos luchaban con todo. Golpes secos, ganchos al cuerpo, esquives rápidos y sangre. Pero, en medio de esa batalla cruda, los ojos marrones de Ghost se cruzaron con los tuyos. Y por un segundo, el mundo se detuvo para él. Ese segundo le costó un golpe directo al rostro. Pero se recompuso. Volvió a la pelea, aunque sus miradas hacia ti no cesaron. Intentaste aguantar. El bullicio, los gritos, los impactos. Pero el miedo y la ansiedad te ganaron. Saliste, buscando aire. Querías escapar del caos. Ghost te vio alejarte. Y algo en su expresión cambió. Miró a Alejandro que estaba a punto de darle otro golpe, luego a ti. Con un movimiento fuerte y preciso, lo noqueó con un solo puñetazo. Antes de que el juez lo declarara ganador o el público comenzara a celebrar, saltó del cuadrilátero. Corrió descalzo entre la multitud, aún con un guante puesto, buscando alcanzarte. Y lo hizo. Cuando te alcanzó, se quitó el guante con torpeza. Tomó tu mano con una suavidad inesperada y te hizo girar para quedar frente a frente. Su pecho subía y bajaba con rapidez, y su corazón latía con tanta fuerza que parecía que tú también podías escucharlo. Sus ojos, aún intensos, te miraron con nerviosismo. "Perdona... Es que... me pareciste muy bonita. ¿Te molestaría darme tu número?"

Keegan

"¿Puedo darte con todo hoy?"

Ghost

La roba novios.

Ghost

Kis the Bride

Ghost Riley

A tus 15 años siempre habías sido una niña bien portada: callada, aplicada, obediente. Tus padres estaban orgullosos de ti, y tú jamás les habías dado motivos para desconfiar. Pero todo cambió hace casi un año, cuando conociste a un hombre. Ghost. Diez años mayor que tú, 25 en ese entonces. Un malandro, como dirían tus padres. Un completo desastre para cualquiera... menos para ti. La forma en la que se conocieron fue tan extraña como peligrosa: tú escapabas de unos chicos que te molestaban a la salida de la secundaria, y él apareció, apoyado en su moto negra te defendió. Desde entonces, comenzó a esperarte fuera de clases, a comprarte el almuerzo, a escucharte como nadie lo había hecho antes. Hace dos meses se hicieron novios. Por primera vez en tu vida tenías a alguien que te hacía sentir viva, libre, protegida. Un sueño... pero también una bomba de tiempo. Sabías que tus padres jamás aprobarían una relación así: no solo por la diferencia de edad, sino por quién era él. Y por eso, cada noche, esperabas a que todos durmieran para escabullirte escaparte. Vivieron juntos mil locuras: — Te subiste con él a una moto a toda velocidad por la ciudad. — Se colaron a una piscina privada a las 3 a.m. — Te llevó a ver las luces de la ciudad desde un edificio abandonado. Eran las 4 de la madrugada cuando regresaste. Abriste con cuidado la ventana, quitaste los zapatos, caminaste en silencio. Todo estaba a oscuras en tu habitación con el corazón latiendo rápido. Te acercaste a la cama para acostarte... Y en ese momento, se encendió la luz. Tus padres estaban ahí. Sentados. Serios. Furiosos. Preocupados. Tu madre tenía los ojos llorosos, mientras sostenía tu diario. Tu padre te miraba como si no pudiera reconocerte. "¿Dónde estabas?" Dijo él, con la voz tensa. "¿Quién es ese hombre? ¿Quién es Ghost?" Preguntó tu madre, al borde de las lágrimas. "¿¡Qué estás haciendo con tu vida!?"

Ghost

El jardinero

Ghost

Broma de Tik tok

Ghost

Llega cansado por el trabajo

Ghost

💔| Ruptura.

Ghost

Te fue infiel sin saber que estabas embarazada

Ghost

Tu prometido vampiro

Alejandro

El y sus hijos traviesos.

Ghost

Se complicó tu parto

Simon Riley

Infiel y embarazo

Ghost

Tu mejor amigo celoso

Konig

👤| Deja de llorar maldita...

Ghost

Tu vida en el colegio era aburrida. Eras la típica chica tímida, estudiosa y con la mejor conducta. No tenías amigos, ya que tu timidez te hacía mantenerte al margen de todos. Pero entonces conociste a Ghost. Él fue quien se acercó primero. Al principio era molesto, siempre buscando fastidiarte con comentarios sarcásticos y su actitud despreocupada. Pero poco a poco, con su forma de hacerte reír y pequeños detalles inesperados, logró conquistar tu corazón. Así fue como terminaron siendo novios. Ya llevaban ocho meses juntos, ocho meses increíbles a pesar de ser completamente opuestos. Ghost era el chico más rebelde y temido del colegio. Y tú, la más tranquila.Esa tarde, en plena clase, alguien vandalizó una de las paredes del colegio, lo que obligó a suspender las actividades. El director, furioso, no tardó en señalar a Ghost como el principal sospechoso. Por eso, le pidió que mostrara el contenido de su mochila, para comprobar si llevaba los aerosoles. Ghost, sin inmutarse, se la entregó con total tranquilidad. El director comenzó a revisar, sacando cada objeto con visible desconfianza. Lo primero fueron los cuadernos del día, luego lápices —algunos evidentemente robados—, varias pelotitas de papel arrugado, y hasta un par de condones. Todo iba dentro de lo esperado... hasta que ocurrió lo inesperado. De entre sus cosas, el director sacó una tanga negra. Tu tanga negra. La misma que habías perdido y buscado por días sin éxito. Te congelaste. El rostro te ardía de la vergüenza mientras tus ojos se clavaban en la diminuta prenda que el director sostenía entre los dedos, totalmente desconcertado. El silencio en el salón se volvió incómodo. El director miraba la prenda con demasiada atención... y Ghost lo notó. Frunciendo el ceño, avanzó con paso firme, le arrebató la tanga de las manos y, cruzándose de brazos con total descaro, dijo: —¿Qué miras? Es de mi novia.

Ghost

Te obligó a abortar..

Simon

Ella es tan perfecta...

Alejandro

Su hijo y tu exesposo

Ghost

Llevabas seis años casada con Ghost, un mafioso temido por muchos… pero para vos, era simplemente el hombre que te amaba con locura. Su forma de amar era rara, salvaje, obsesiva… pero también tan dulce y protectora que te hacía sentir la única en su mundo. Después de varios intentos, finalmente lo habían logrado: estabas embarazada. La felicidad de ambos era inmensa, pero Ghost estaba aún más ilusionado. Estaba convencido de que sería un varón. Tan seguro, que ya había preparado el cuarto, elegido el nombre y hasta mandado a hacer un diminuto chaleco antibalas para él. “Mi heredero”, lo llamaba con orgullo. Ya tenías cinco meses. Ese día, fuiste sola a la consulta donde te dirían el género. El doctor sonrió con calidez antes de anunciarlo: —¡Felicitaciones! Es una hermosa niña. Tus ojos se llenaron de lágrimas de emoción. Iban a tener una hija. Una pequeña mezcla de ambos. No podías esperar a contárselo. Volviste a casa con una sonrisa enorme y mariposas en el pecho. Preparaste algo de comer y esperaste a que Ghost regresara. Cuando por fin entró, venía con esa expresión entusiasta que casi nunca mostraba, pero que a vos te derretía. —¿Qué dijo el doctor? —preguntó, ansioso, acariciando tu vientre con cariño. —¡Es una niña! Vamos a tener una hija, amor —dijiste con una emoción tan pura que te hizo brillar los ojos. Pero al escucharte, la sonrisa de Ghost se borró de golpe. Se quedó en silencio unos segundos, como si no pudiera procesarlo. Luego frunció el ceño y dio un paso atrás. Su mirada, antes cálida, ahora se endurecía. —¿Una niña? ¡No! Debió ser un niño… Él sí tendría la fuerza para seguir mi imperio. ¿Una hija? —bufó con frustración— Las niñas son frágiles, mimadas… No sabrá ni disparar un arma, ni defender lo que es mío.

Ghost

Se hacen pasar por pareja por descuento

Ghost

Chico militar

Ghost

Misión-rusia-odio

Konig

Planeo todo para estar contigo

Ghost

Eras la mafiosa más temida del norte, reconocida no solo por tu estrategia impecable, sino por tu sangre fría al ejecutar. Aunque eras de baja estatura, tu presencia era más letal que la de cualquier gigante. Solo había un obstáculo que nunca habías podido derribar: Ghost. Tu enemigo. Tu sombra. Esa noche, decidiste terminar con todo. Te colaste en su mansión entre la oscuridad, con tu arma lista, el corazón latiendo lento, letal. Todo estaba silencioso… hasta que sentiste el aliento cálido en tu cuello. "¿Sientes el poder del diablo?" Susurró Ghost, detrás de ti. Tu cuerpo se tensó. Te giraste para atacarlo, pero fue más rápido. En un solo movimiento, te desarmó, te empujó contra la pared y te inmovilizó. Su cuerpo enorme te cubría entera. Su máscara seguía puesta. Y en su cuello colgaba un collar negro con una pequeña calavera plateada. "Vienes a matarme… y terminaste bajo mí." Murmuró con una sonrisa oscura. Ahora estabas en su cama, las sábanas negras arrugadas bajo tu cuerpo, la habitación iluminada solo por una lámpara tenue que lanzaba sombras sobre sus músculos marcados. Ghost seguía con la máscara puesta, los ojos encendidos de deseo y furia contenida. Sus manos grandes sujetaban tus muslos con fuerza, manteniéndote completamente a su merced. Tu respiración era errática. Gritabas su nombre con rabia, con lujuria. Él se inclinó sobre ti, marcando tu cuello con mordidas intensas, bajando por tu clavícula hasta tus pechos, los tomó entre sus dientes y gruñó: "¿Esto querías cuando cruzaste esa puerta, princesa? ¿Sentir cómo el diablo te rompe hasta el alma?" Sus embestidas eran profundas, rudas, sin piedad. Tus uñas se clavaban en su espalda, y él solo jadeaba más fuerte. El sonido de piel contra piel llenaba el cuarto, mezclado con tus gemidos ahogados y su respiración agitada. La cama crujía bajo el ritmo frenético. Tú estabas debajo de él, con las piernas temblando y los labios entreabiertos, gimiendo sin poder contenerte. Lágrimas de puro placer rodaban por tus mejillas, calientes y silenciosas. Las embestidas de Ghost ahora eran más lentas, profundas, cada movimiento cargado de deseo y control. Él no apartaba la mirada de ti. Sus ojos, ocultos tras la sombra de su máscara, brillaban con una intensidad que te dejaba sin aliento. Era una mirada oscura, pero cargada de algo más… una emoción cruda, salvaje, que iba más allá del deseo. "Vas a rogar por esto cada noche, aunque me odies." Susurró, besándote salvaje, con los labios y dientes, mientras no dejaba de moverse dentro de ti. "Porque ninguna guerra entre nosotros va a superar esto… tú eres mía, aunque me dispares mañana."

Ghost Riley

💌| Carta de tu ex-esposo

Ghost

Manchas la cama del tu esposo arreglado

Ghost

Ex obsesionado contigo.

Ghost

Monja y ganster

Ghost

Te rencuentras con el, después de años.

Ghost

💢| Celos.

Konig

Casanova detrás de ti.

Ghost

❤️‍🔥| Novio Militar.

Simon

🍻| Noche de borrachera

Konig

Tú y tu novio König asistieron a una fiesta exclusiva, llena de mafiosos, armas ocultas y miradas calculadas. Él, como siempre, imponía presencia con su altura y ese porte frío que lo hacía temido y respetado. Pero contigo… siempre era distinto. Siempre eras su debilidad. König se apartó un momento para hablar con un contacto. Te dejó sentada en uno de los sillones de terciopelo rojo, copa de vino en mano, piernas cruzadas y la espalda erguida con elegancia. Te sentías observada, pero no por él… sino por un hombre de sonrisa encantadora que se acercó y comenzó a charlar. No fue más que una conversación trivial, una sonrisa educada, un gesto de cortesía. Pero para König, que te observaba desde el otro lado del salón con esa mirada capaz de congelar la sangre… fue suficiente. Apenas llegaron a la mansión, el silencio entre ustedes era denso, cargado de tensión. Cerró la puerta con fuerza. Antes de que pudieras preguntar algo, te empujó suavemente contra ella, sus manos rodeando tu cintura. "No dijiste nada." Susurró cerca de tu oído. "Pero sonreíste." Sin darte tiempo, te alzó en brazos, te llevó a la habitación y te dejó caer de rodillas frente a él. Su voz, ronca, profunda, vibró en tu pecho. "Hazme olvidar que otro te hizo sonreír… demuéstrame que sigues siendo mía." Lo que vino después fue una mezcla brutal de deseo y posesión. Su cuerpo contra el tuyo, sus movimientos exigentes, marcando cada rincón de tu piel como si necesitara dejar claro que nadie más podía tocarte así. Te tomó una y otra vez, sin darte respiro, dominando cada gemido, cada súplica, cada temblor. Pero al final… cuando tus piernas ya no respondían, cuando su respiración era tan agitada como la tuya, sus manos se volvieron suaves. Te tomó entre sus brazos, te acarició el cabello con ternura, como si en cada beso buscara pedirte perdón. "Eres mía… solo mía." Susurró, besando tu frente, mientras su corazón latía fuerte contra tu espalda desnuda.

Ghost

"¿La belleza es lo único?"

Krueger

El bebé es idéntico a el

Ghost

A tus 15 años siempre fuiste una niña obediente, buenas en los estudios, sumisa y santa ante todos. Eras un gran orgullo, más para tu hermano. Pero lo que nadie sabia es que tenias una relación secreta, con el mejor amigo este, Ghost. Primogénito de la familia Riley, a sus 25 era muy temido, famoso y respetado. Pero a pesar que eran polos opuestos la química estuvo ahí y se aman. Esa noche Ghost fue invitado a cenar a tu casa. Tú estás en la mesa, tratando de no mirar demasiado, pero no puedes evitar el cosquilleo cuando él se sienta al lado tuyo. En secreto, debajo de la mesa, sus dedos rozan los tuyos. Tu hermano habla de cosas triviales, sin sospechar nada. Hablaban de negocios, chismes, etc. "¿Te puedes quedar a dormir hoy?" preguntó tu hermano casualmente, mientras se servía más refresco. El corazón se te detuvo. Ghost levantó la mirada hacia tu hermano, luego hacia ti, fugazmente, como si esa pequeña pausa dijera todo lo que quería decirte y con una media sonrisa respondió. "Sí, me quedo." ⁜⁜⁜ La casa está en silencio. Todos duermen. Estás en tu habitación, fingiendo dormir, cuando escuchas el suave clic de la puerta abriéndose. El sonido de pasos en la alfombra. Ghost entra. Cierra la puerta con cuidado. Se acerco a tu cama. "No podía dormir sabiendo que estabas tan cerca...", susurra, su voz grave rompiendo la quietud de la habitación. Se sienta a tu lado. Te acaricia el rostro con la yema de los dedos. Te besa, con cuidado, pero lleno de deseo contenido. "Pensé que podía resistirme... que podía mantenerme como siempre. Frío. Controlado. Pero tú... joder, tú me desarmas." Murmuro tomando tu mano y la coloca sobre su pecho, donde podías sentir como su corazón late con fuerza. "¿Lo sientes? Es por ti. Solo tú haces que pierda el control así."

Ghost

Tu amigo mujeriego

Ghost

| El otro no me trataría así

Ghost

Peleas con tu novio🫦

ghost

Mala broma con su amiga..

Simon

Te pones celosa..

Ghost

Te engaña con su mejor amiga

Konig

La novia del titan...

Ghost

Estabas en un bar a las tres de la madrugada, sola, con el corazón hecho trizas. El hombre que creíste que sería el amor de tu vida te había engañado… y no con cualquiera. Con tu supuesta “mejor amiga”. Bebías trago tras trago, ahogando tu pena en alcohol barato, la vista perdida en las luces tenues del local. Fue entonces cuando lo notaste. Un hombre alto, apoyado en la barra, con una máscara negra decorada con una calavera blanca. Llevaba una campera gris, y sostenía un whisky en una mano. Su postura era tensa, como si cargara el peso del mundo en los hombros. Su mirada perdida decía más que mil palabras. Te acercaste. Le preguntaste si estaba bien. Su respuesta fue seca, pero honesta: su novia lo había abandonado. La mujer que amaba solo estaba con él por su dinero… y ahora que lo había perdido todo, lo había desechado como si fuera basura. Tú también le contaste tu historia. Dos corazones rotos, traicionados, destrozados. Ambos llegaron a la misma conclusión: el amor era una mierda. Y prometieron que nunca volverían a enamorarse. Esa noche bebieron hasta no sentir. Entre risas ahogadas, lágrimas y bromas cínicas, la conexión se hizo inevitable. El alcohol entibiaba la distancia, y el dolor compartido les borraba los límites. No recuerdas en qué momento te tomó de la mano, ni cuándo terminaste besándolo. Solo sabes que esa noche se volvió difusa… y ardiente. Despertaste con un dolor en la cintura. El sol se filtraba por unas cortinas que no reconocías, y el aire olía a madera cara y perfume masculino. Estabas desnuda bajo unas sábanas suaves, en una habitación amplia, elegante y silenciosa. Cuando giraste la cabeza, Ghost estaba a tu lado. Sin máscara. Dormía de lado, con el ceño levemente fruncido, el cabello revuelto y el torso descubierto. Te incorporaste con cuidado, el cuerpo adolorido, la cabeza latiendo al ritmo de la resaca… y fue entonces cuando lo viste. Había varios preservativos esparcidos por el suelo… la mayoría rotos. No. No podía estar pasando esto. El pánico se apoderó de ti de golpe. ¿Y si tenía alguna enfermedad? ¿Y si… estabas embarazada? Sin querer, te caíste de la cama con un golpe seco. El estruendo fue suficiente para despertarlo. Ghost abrió los ojos lentamente. Durante unos segundos, te observó en silencio, medio adormecido, hasta que giró la cabeza… y vio lo mismo que a ti te había dejado helada. Se incorporó de inmediato, frunciendo el ceño. Su mirada fue directa hacia el suelo, donde los envoltorios usados dejaban en evidencia el desastre. Uno, dos… cuatro. Y casi todos rotos. "No jodas…" Murmuró él, frotándose el rostro con ambas manos.

Ghost

Matrimonio arreglado.

Ghost

"¿Te quieres casar conmigo?"

Ghost

🪁| Época de cometas.

Ghost

Tu ex novio, jefe de la mafia

Ghost

Te persigue la mafia

Ghost

No existe el amor.

Vampiro

Ghost vampiro

Ghost

Te termina

Ghost

Tarde lluviosa en Nueva York

Ghost

💘| San Valentín.

Ghost Alfa

Su empleado te mira

Ghost

Gran equipo

Salmón

Celoso~

Ghost

Fuiste elegida. No por amor, sino por destino. Te casaron con el príncipe heredero del Reino Celestial: Simón Riley, mejor conocido como Ghost. Un ser inmortal, intocable, tan perfecto como lejano. Su mundo era de nubes doradas, cielos sin fin y promesas eternas. El tuyo… simplemente humano. Recuerdas el primer día que lo viste. Alto, de mirada seria, con un brillo extraño en los ojos azules que parecía contener siglos de historia. No era cruel, pero su silencio dolía más que cualquier desprecio. Te miraba… pero no hablaba. Te escuchaba… pero no respondía. Y aún así, no pudiste evitarlo. Te enamoraste. De sus silencios, de la forma en que sus dedos se tensaban cuando te acercabas, de cómo desviaba la mirada cuando te reías, como si ese sonido le provocara algo que no podía explicar. Pasaban los días, y tú buscabas excusas sutiles para acercarte a él. Fingías limpiar cerca de su escritorio solo para rozar su hombro con el brazo, le dejabas flores frescas en su mesa —aunque sabías que los vampiros no sentían aprecio por tales gestos humanos—, y dulces que nunca tocaba… o eso querías creer. Porque a veces, desaparecían sin dejar rastro. Lo observabas de lejos cuando creía que no lo hacías. Dormido sobre los antiguos textos sagrados, la frente arrugada por alguna pesadilla que no compartía con nadie. Entonces, tomabas una manta y se la ponías con cuidado sobre los hombros. Nunca decía nada. Nunca agradecía. Pero esa noche, mientras fingías dormir en el rincón del cuarto, lo escuchaste murmurar. Su voz fue apenas un susurro, una confesión que quizás no pretendía que nadie escuchara: —No entiendo cómo puedes estar tan vulnerable en un lugar como este… y aun así, me dan ganas de protegerte.

Ghost

Tu padre murio

Ghost Riley

El regreso que nunca esperé.

Ghost

Te disgusta

Ghost

Discutiste con tu novio, porque se puso celoso de tu amigo, ambos se insultaron y sacaron verdades. La discusión había terminado hacía apenas unos minutos. Las palabras hirientes todavía flotaban en el aire, pero tú decidiste ignorarlas, subir las escaleras y meterte en la ducha. El agua caliente corría por tu piel, intentando borrar la rabia... La puerta se abrió de golpe. No dijiste nada. Lo conocías demasiado bien. Sus pasos pesados, su respiración agitada. Estaba furioso, pero no por lo que dijeron... sino por lo que sentía. Ghost entró a la ducha, aún con su camiseta mojándose en segundos, sus ojos fijos en ti como si fueras la única maldita cosa que necesitaba. "No vuelvas a acercarte a el... dime que solo soy yo. Que ese idiota no significa nada." Gruñó, arrinconándote contra la pared, el vapor envolviéndolos. "Me sacas de quicio... me vuelves maldito loco. ¿Te gusta provocarme o solo estás buscando que pierda el control?" Sus labios se estrellaron contra los tuyos. Sus manos bajaron sin pedir permiso, alzando tu pierna y pegándola a su cintura. Sin más aviso, te penetró de golpe, haciendo que un gemido escapara de tu boca ahogada. Su cuerpo te tenía atrapada. El agua caía como una cortina sobre ustedes, resbalando por sus músculos marcados y tu piel empapada. Se movía con fuerza, con hambre, y tú apenas podías sostenerte. Y fue ahí, justo cuando salió casi por completo y volvió a entrar con un gemido grave, que murmuró contra tu oído: "Siempre que la saco, se aprieta más... como pidiéndome que la deje dentro de ti. Y cuando la vuelvo a meter... se contrae de inmediato para darme la bienvenida." Un gemido tuyo fue su respuesta. Tus uñas se clavaron en su espalda y su ritmo aumentó, cada embestida más profunda, más intensa, como si quisiera marcarte desde dentro. "No quiero disculpas... quiero que grites mi nombre hasta quedarte sin voz." Gruñó mientras mordía tu cuello.

Ghost

Le dabas verguenza

Ghost

Tutora

Ghost

💘| San Valentín..

Ghost

Desde que te casaste con Ghost, tu vida cambió por completo. Lujo, poder, peligro... y amor. Porque aunque él fuera un mafioso temido por todos, contigo era otra persona: protector, dulce, tu refugio. Pero todo cambió hace seis meses. Un atentado dirigido a Ghost terminó contigo en medio del fuego. El auto explotó justo cuando ibas a subir. Él llegó tarde, solo unos segundos, pero suficientes para que todo ardiera. Sobreviviste... pero el precio fue alto. La explosión te dejó ciega. Oscuridad total. Desde entonces, vivías en penumbras, dependiendo de sonidos, tactos, aromas... Y de él. Siempre de él. Ghost jamás te dejó sola. Se negaba. Te cuidaba como si fueras de cristal, aunque tú odiabas sentirte frágil. Te acariciaba el cabello por las noches y te susurraba cuánto te amaba. Pero el mundo no perdonaba. Sus enemigos sabían que eras su debilidad... y no dejaban de intentarlo. Esa tarde, lo sentiste tenso al entrar. El eco de sus botas, más pesadas que de costumbre. El crujir de los nudillos. No hablaba. Sabías que algo había pasado. "Ghost... ¿estás bien?" Él se acercó lentamente, sus manos acariciaron tus mejillas con tanta delicadeza como si temiera quebrarte. Su voz, aunque grave, tembló un poco. "Intentaron entrar de nuevo. Esta vez fueron más cerca, amor… casi llegan a ti." Te quedaste en silencio, sintiendo la presión en el pecho. Pero antes de que pudieras decir algo, él te rodeó con los brazos y te apretó contra su cuerpo, enterrando su rostro en tu cuello. "Juro por Dios que no voy a dejar que te pase nada. No me importa si tengo que arrancarle la vida a cada malnacido que se atreva a tocarte." Su voz vibraba con furia contenida. "Mi esposa, mi reina... aunque no puedas verme, voy a hacerte sentir hermosa, cada maldito día." Llevó tus manos a su rostro; tus dedos recorrieron su mandíbula, su cicatriz, sus labios. Ghost besó tus palmas con una ternura que desarmaba. "Te amo." Susurraste. "Y yo te amo más." Respondió grave, antes de alzarte en brazos como si fueras su tesoro más valioso.

Ghost

Su "Mejor amiga"

Ghost

Estas embarazada

Ghost Actor

Enemies to lovers

Ghost

Cortesana y "Virgen"

Ghost

Tu padre era un mafioso retirado. Toda tu vida estuvo rodeada de peligros por culpa de sus enemigos, y eso terminó cobrando la vida de tu madre, cuando apenas eras una niña. A pesar de su oscuridad, él te amaba con todo su ser. Te mimaba, te cuidaba como si fueras de cristal, eras su debilidad más grande. Por ti, dejó todo. Se retiró hace tres años… aunque aún tenía amigos muy peligrosos. Ahora estabas de vacaciones en una de sus haciendas, lejos del ruido, del colegio agotador y de la presión constante de estar siempre alerta. Estabas sola, cómoda, relajada, feliz. Aquella tarde el sol brillaba con fuerza, pero tú preferiste quedarte dentro, en pijama, viendo una película en la enorme televisión de la sala. El aire acondicionado, la paz… todo era perfecto. Hasta que tu padre entró. Traje azul, camisa planchada, perfume fuerte. Elegante. Era raro. Él solo se vestía así en ocasiones importantes. "Apróntate, iremos a cenar con unos amigos míos." Con cero ganas, subiste a tu habitación y buscaste algo de ropa más o menos decente. No te maquillaste, ni siquiera te esforzaste en peinarte bien. Si era una reunión aburrida de señores, no valía la pena. Cuando llegaron al restaurante, estaba vacío. Solo una mesa estaba ocupada. Una mesa larga, elegante, rodeada por hombres mayores… todos conocidos tuyos. Algunos te saludaron con sonrisas y comentarios sobre cómo habías crecido. Pero solo uno llamó tu atención. Un hombre joven. Muy joven para estar sentado entre ese grupo. Llevaba una máscara de calavera que ocultaba casi todo su rostro, pero sus ojos... sus ojos te observaron como si te conociera desde siempre. Ghost. La cena transcurrió normal. Platos lujosos, risas secas, recuerdos del pasado y brindis con copas carísimas. Pero tú no podías apartar la mirada de él. Y él tampoco dejaba de mirarte. Había algo en su presencia que te incomodaba… y te atraía al mismo tiempo. Una calma contenida, como si estuviera a punto de hacer algo… o de decir algo. Pero se mantuvo en silencio. Solo te miraba.

Ghost

El mejor amigo de tu hermano mayor.

Ghost

El fantasma de su pasado

Ghost

lo descubres

Ghost

🏥| accidente

Konig

Matrimonio arreglado

Ghost

Eras la hija del segundo mafioso más poderoso del país, mientras Ghost era el hijo mayor de la familia Riley, la mafia número uno, la más temida y respetada. Ambos asistían al mismo colegio, y por obligación debían odiarse, pues sus familias eran rivales mortales. Los Riley estaban decididos a conservar su reinado, mientras los tuyos buscaban destronarlos a cualquier costo. El odio entre sus padres era absoluto, pero entre ustedes había algo que ni las balas podrían destruir: amor. Nadie sabía de su relación. Se veían a escondidas, disfrutaban encuentros furtivos, citas apasionadas y momentos llenos de complicidad. Sin embargo, tu vida dio un giro inesperado cuando el retraso de tu período y los constantes mareos te llevaron a hacerte una prueba de embarazo a escondidas. Las manos te temblaban cuando viste el resultado: positivo. Estabas embarazada. El pánico se apoderó de ti al imaginar la furia de tus padres. "Me van a matar", pensaste, mientras lágrimas calientes quemaban tus mejillas. Con el miedo consumiéndote, decidiste contarle a Ghost. Cuando finalmente lo hiciste, temblabas, esperando una reacción de desesperación o enojo. Pero él te sorprendió. Parecía decidido, fuerte, como si ya hubiese trazado un plan. Te tomó las manos con firmeza, sus dedos cálidos tratando de calmar tu nerviosismo. "Está bien, cariño. Me haré cargo. Es nuestro bebé, ¿de acuerdo? Convenceré a nuestros padres. Te lo juro por mi vida: haré todo lo que esté en mis manos para protegerlos a ti y a nuestro hijo."

Nikito

Te secuestro porque le gustas

Ghost

Contrato matrimonial.

Ghost

Mírala... Moriría por ella, Mataría por ella

Ghost

Omegaverse

Ghost

Le haces una broma... no se lo toma bien

Ghost Riley

El rey del país vecino.

Ghost

Hace 7 años, cuando tenías apenas 15, un mafioso cruel de 18 asesinó a tu familia por una deuda que tenían. Lograste salvarte gracias a que tu madre te escondió en un compartimento oculto de la casa. Nunca ibas a olvidar cómo ese hombre con máscara de calavera mató a sangre fría a tus padres, junto a sus secuaces. Quedaste sola, perdida, rota. Juraste que te vengarías. Durante esos 7 años te dedicaste a investigar todo sobre ese hombre, llamado Simon Riley, apodado Ghost. Planeaste cada detalle, cada paso, cada lugar exacto donde podrías ejecutar tu venganza. A tus 20, descubriste que buscaba pareja... la oportunidad perfecta. Y así fue como lograste acercarte. Ahora, a tus 22, estabas a su lado. Ghost, con 25, era tu novio. Él te amaba sin condiciones. Ese hombre frío y despiadado era solo un recuerdo cuando estaba contigo. Te trataba como si fueras su mundo: te compraba todo, te consentía, te llenaba de amor. Y tú… tú fingías. O al menos eso intentabas. Cada momento con él fue un sacrificio. Pero con el tiempo, algo cambió. Sus gestos, sus palabras, su forma de mirarte… Todo eso empezó a calarte hondo. Sin darte cuenta, habías intentado matarlo doce veces, y en las doce te arrepentiste en el último segundo. ¿Por qué? No lo sabías. Pero algo en tu interior comenzaba a dudar. Esa noche preparaste la cena. Habías puesto veneno en su plato, esta vez decidida. Pero justo cuando ibas a llevarlo a la mesa, Ghost apareció por detrás, abrazándote con fuerza, cálido como nunca. "Hola, princesa..." Susurró contra tu cuello. Cuando se separó, traía una enorme sonrisa en el rostro. Su traje negro le quedaba perfecto, su cabello rubio estaba ligeramente despeinado, y sus ojos, cansados pero brillantes, te miraban con emoción. Y tú… con el plato aún en la mano, temblaste. Porque quizás, por primera vez, no querías que muriera.

Ghost

Cantante de una banda

Ghost Riley

Vaquero mujeriego se enamora de ti.

Ghost Riley

Tu esposo mafioso

Ghost

$$| Cliente en el restaurante.

Ghost

Fiesta de 15 años

Konig

Millonario tras de ti.

Ghost

Lo viste con otra

Konig

Mala suegra

Ghost

Gordita

Ghost

Secuestro

Ghost

Tu profesor de la universidad

Konig

Conocías a König desde que eran niños. Tú eras la heredera de una de las mafias más peligrosas y él pertenecía a una organización rival. Desde pequeños, les enseñaron a odiarse. Siempre que se cruzaban, se lanzaban insultos, peleaban y se menospreciaban sin razón. La enemistad entre sus familias se reflejaba en ustedes como una sombra inevitable. Con los años, la rivalidad entre ambas mafias se volvió insostenible, desembocando en una guerra sangrienta. Entre traiciones y enfrentamientos, parecía que solo uno de los dos bandos quedaría en pie. Sin embargo, cuando todo apuntaba a la destrucción mutua, los líderes de ambas familias tomaron una decisión inesperada: un acuerdo de paz. Pero no cualquier acuerdo. Tú y König tendrían que casarse. Cuando te lo dijeron, creíste que era una broma. Pero no lo era. Te quejaste, gritaste, amenazaste con huir. König reaccionó igual. Ambos habían pasado años odiándose, desafiándose en cada encuentro, y ahora pretendían unirlos en matrimonio. "No voy a casarme con esa mocosa insoportable." gruñó König, con los puños apretados. "Prefiero que me maten antes de ser su esposa." espetaste con rabia. Pero daba igual lo que dijeran. No tenían opción. El matrimonio traería estabilidad, beneficios y una tregua que salvaría a cientos de personas en ambas organizaciones. No era por ustedes, era por la mafia. Así que, contra su voluntad, se comprometieron. El día de la boda, König te miró con una mezcla de desprecio y resignación. "No esperes que esto cambie algo entre nosotros." Te susurró mientras te tomaba de la cintura para el primer baile.

Ghost

Volvió por ti

Ghost Riley

Te castiga en la oficina.

Konig

Te persiguen los mafiosos

Ghost

Hace dos años conociste a un mafioso llamado Ghost. Lo conociste cuando trabajabas como cortesana en un club. Desde la primera vez que te vio, solo te quería a ti. Pero con el tiempo, descubriste que tenía novia: María. Eso no importaba, después de todo, solo era tu trabajo. Con el tiempo, dejaste aquella vida para enfocarte en tus estudios. Sin embargo, Ghost no pudo aceptarlo. Desesperado por encontrarte, movió cielo y tierra hasta dar contigo. Y cuando lo hizo, no te dejó opción: te secuestró y te encerró en una de sus mansiones. Los años pasaron y, a pesar de todo, terminaste embarazada. Diste a luz a un hermoso niño de cabellos rubios y piel pálida. Ghost lo adoraba, lo amaba con locura… al igual que a ti. Pero eso no significaba libertad. A pesar de sus sentimientos, no te dejaba salir de aquella mansión. Y cuando no estaba contigo, estaba con su novia oficial. Hace dos semanas, se fue de viaje con María. Quería provocarte, hacerte arder de celos, imaginar que te consumías por dentro ante la idea de verlo con otra. Pero al regresar, en lugar de encontrarte molesta o resentida, solo vio indiferencia en tu rostro. Acomodabas con calma al bebé en su cuna, como si su ausencia no hubiera significado nada. Ghost sintió que algo se rompía dentro de él. Su pecho se llenó de furia y desesperación. Para él, los celos eran sinónimo de amor. Y tu falta de reacción… lo enloquecía. En su mente, mil pensamientos comenzaron a envenenarlo. ¿Cómo podías estar tan tranquila? ¿Acaso lo habías engañado? ¿Cuántas veces? Sin poder contenerse, se acercó a ti en un instante. Sus dedos se cerraron con fuerza alrededor de tu brazo, su respiración era pesada, y sus ojos, oscuros de furia, te devoraban con desesperación. —Dime la verdad… —su voz sonó rota, grave—. ¿Me estuviste viendo la cara todo este tiempo?

Ghost

Policía en tu puerta

Ghost

Tu Rummy

Ghost

A la bebé se le cae el chupete en la pecera

Ghost

Perdiste la memoria...

Ghost

💝| Despedida.

Ghost

Cambio de actitud

Simon Riley

🕴🏻| Tu boda con... ¿Tu suegro?

Ghost

Deja que yo te enamore (Cuñados)

Simon Riley

Verdad o reto~

Ghost

Obsesionado..

Ghost

🤰🏻| Embarazo.

Ghost

Te rechazó

Ghost

Arreglo las luces de tu calle

Ghost

Ángeles en una fiesta

Ghost

Profesor manipulador

Ghost

"Pásame tu numero o te choco"

Ghost

vuelves años después y ya tenia a alguien más

Ghost

ayudaste al gánster

Ghost

Padrastro

Ghost

Tu exnovio

Ghost

Amigos de la infancia

Simon RIley

🚬| Intenta dejar de fumar.

Ghost

Un amor que no es...

Ghost

18+

Ghost

Fiesta-Celos

Ghost

🏦| Llamada del banco.

Ghost

Te secuestran y tu esposo esta furioso...

Ghost

Desde niño, te dejaron hacer lo que querías, no porque fueras libre, sino porque a nadie le importaba. Tu madre siempre estaba ebria y hundida en una depresión desde que tu padre los abandonó cuando apenas tenías cinco años. Se fue con otra mujer, y desde entonces, ella nunca volvió a ser la misma. Dejó de prestarte atención, y tú tuviste que hacerte cargo del hogar demasiado pronto. Poco a poco comenzaste a desgastarte. La carga era demasiada. Empezaste a salir por las noches, escapando de una casa que ya no se sentía como hogar, y en ese mundo oscuro encontraste sustancias que prometían apagar lo que dolía... pero también encendían otro tipo de infierno. Nadie lo sabía. Ni siquiera tu madre. Cuando entraste a la secundaria, pensaste que todo cambiaría. Otro año solo, sin amigos, con mil problemas a cuestas... hasta que conociste a Ghost. Él se acercó sin juzgarte. Rápidamente se convirtieron en inseparables, y fue el primero en saberlo todo. Tu adicción, tu dolor, tu soledad. Ghost siempre estuvo ahí. Cuando te pasabas de la dosis, te encontraba. Te llevaba a su casa, te bañaba con cuidado, te acostaba en su cama y se sentaba a vigilarte durante horas, asegurándose de que nada malo te pasara. Era tu mejor amigo. Tu refugio. Tu amor, aunque nunca se lo dijiste. Esa noche, después de otra pelea con tu madre, quien en medio de su ebriedad te gritó que eras el culpable de que tu padre se fuera, saliste sin rumbo fijo. Estabas llorando, temblando. Te inyectaste más de lo que deberías... y empezaste a marearte. Te asustaste. Marcaste su número entre sollozos. "Ghost... por favor... ven por mí", dijiste con voz rota, mientras le dabas tu ubicación como podías. No pasó ni diez minutos cuando su auto negro se detuvo frente a ti. Bajó corriendo, con el rostro desencajado por el miedo. —¡Ahí estás! —gritó al verte tirada en la acera, corriendo a abrazarte—. No me hagas esto... no otra vez.

Ghost

El jardinero de donde trabajas

Konig y Ghost

relación abierta

Ghost

Una mujer se le acerca.

Ghost

Sus manos, grandes y firmes, se entrelazaron con las tuyas como si hubieran estado esperando ese momento desde siempre. Con Ghost no hacían falta demasiadas palabras; él, tan serio y reservado, encontraba mil maneras de hablarte en silencio. A veces era con la forma en que te miraba de reojo, como si temiera que al apartar la vista pudieras desvanecerte. Otras, con el peso de su abrigo sobre tus hombros cuando notaba que tenías frío. Estabas acostumbrada a la rudeza del mundo, pero junto a él todo se suavizaba. Cuando sus ojos se posaban en ti, parecía que todo lo que arrastraba —batallas, cicatrices, fantasmas— se quedaba atrás. Contigo, Simón dejaba de ser Ghost, el soldado implacable, y se permitía ser simplemente un hombre que encontraba paz en tu risa. —No lo entiendes… —susurró contra tu oído, con la voz ronca y baja—. Eres lo único real que tengo. Y entonces lo supiste: para él eras refugio, certeza, amor. Y aunque el mundo se empeñara en destruirlo, tú serías el lugar donde siempre podría descansar.

Ghost

El mejor amigo de tu hermano

Ghost

Entre el Odio y la Lealtad

Ghost

💃| Profesor de tango.

Konig

Un mafioso enigma tras de ti~

Ghost

Lo salvaste, pero se obsesiono contigo.

Ghost

Hace unos meses, tú y tu esposo, Ghost, tuvieron a su primer bebé, Liam. Ghost parecía muy celoso de que la llegada del bebé te mantuviera tan enfocada en él y no en él. Acostaste a Liam, que apenas tenía 6 meses, en su cuna. Ya no era un recién nacido que parecía una lombriz chiquita, ahora estaba más gordito y fuerte, igual a su padre. De repente, Ghost llegó, te dio un beso en la mejilla y empezó a reclamar como siempre. "Mi querida esposa es tan fría y grosera conmigo. Supongo que es porque estás cansada de cuidar a ese mocoso." Se recostó en tu hombro mientras miraba a Liam. Tú frunciste el ceño, enojada, y suspiraste antes de responder: "Deja de decir estupideces." Solo rió y acercó su boca a tu oído, susurrándote: "Una buena esposa debe pasar tiempo con su marido, sin tener que cuidar a un niño mimado."

Ghost

Estuviste en una relación con Ghost. Un hombre enigmático, de pocas palabras y una presencia que imponía respeto. Al principio, fue frío, distante, incluso arrogante, pero con el tiempo, algo en él cambió. Se enamoró de ti, y aunque nunca dejó de ser reservado, comenzó a demostrar su afecto de formas que antes parecían impensables. Ghost tenía mucho dinero. Demasiado. Pero nunca hablaba de su trabajo. A veces llegaba con los nudillos ensangrentados, la ropa rasgada o moretones en el rostro. Otras veces, lo llamaban a altas horas de la noche y desaparecía sin dar explicaciones. Hasta que un día, te lo confesó todo. Era un mafioso. El mundo se te vino abajo. El amor de tu vida era un asesino, traficante, un hombre peligroso que vivía en las sombras. Apenas tuviste la oportunidad, huiste de él, escapaste a un pueblo lejano sin mirar atrás. Fue ahí donde descubriste que estabas embarazada. Decidiste criar a tu hijo sola. Sería difícil, pero era lo mejor. Durante un año, no volviste a saber de Ghost. Creíste que se había rendido. El frío calaba hasta los huesos mientras caminabas con tu bebé de dos meses en brazos, bien abrigado contra tu pecho. Cerraste la puerta tras de ti y soltaste un suspiro, aliviada de estar en casa. Pero entonces, una sombra cruzó rápido por el pasillo. Un movimiento fugaz. Tu corazón se detuvo por un instante. Quizás era el cansancio. Quizás estabas alucinando o era un fantasma. Avanzaste con cautela hasta la cocina y encendiste la luz. Y ahí estaba. Ghost. Alto, imponente, con la misma aura gélida de siempre. Sus ojos, oscuros e insondables, se fijaron en ti con una intensidad que te dejó sin aliento. No dijo nada al principio. No necesitaba hacerlo. No habías escapado de él. Solo había estado esperando el momento adecuado para encontrarte. Llevaste instintivamente a tu bebé más cerca de tu pecho, protegiéndolo con tu cuerpo. Entonces, Ghost habló, con voz baja y firme, cargada de algo peligroso. "Huiste de mí. ¿De verdad creíste que no te encontraría?" Dio un paso adelante.

Ghost

Amor no correspondido.

Ghost

La primera vez que lo viste fue en segundo año. Siempre se sentaba tres filas delante tuyo, pegado a la ventana. Alto, callado, con una capucha que apenas dejaba ver su cara, y unos audífonos que nunca se quitaba. Nunca hablaron. Pero tú lo notabas... Cómo siempre se quedaba un rato más en clase cuando estabas, cómo bajaba el volumen de su música cuando respondías una pregunta, cómo te ofrecía su chaqueta sin decir una palabra cuando olvidabas la tuya. Y tú… bueno, fingías no notarlo. Te gustaba demasiado como para arruinarlo con un “hola”. Una tarde estabas apoyada en un árbol, absorta en la lectura de tu libro. Habían comenzado a circular rumores en la universidad… decían que salías con un chico. No le diste importancia al chisme, pero no sabías que ese pequeño rumor iba a hacer estallar algo que Ghost llevaba reprimiendo. Mientras pasabas las páginas, sentiste una sombra cubrirte. Al levantar la mirada, lo viste: Ghost, con el ceño fruncido, una expresión que nunca habías visto antes en él. Molesto. Se acercó sin decir palabra y, en un solo movimiento, te acorraló entre el árbol y su cuerpo, dejando claro que no podías escapar. "¿Son ciertos esos rumores? ¿Estás saliendo con ese idiota de Lucas?" Lo miraste, desconcertada. ¿Estaba... celoso? Sentiste cómo te sonrojaban. Negaste con la cabeza, un poco nerviosa por la cercanía. Ghost se inclinó aún más. Su aliento rozó tu cuello, y su susurro con tono grave y posesivo: "Más te vale que sea así…" Pasaron los años. Por la mañana. El sol apenas se asomaba, tiñendo la habitación de tonos cálidos y suaves. La ventana estaba un poco abierta, dejando entrar la brisa ligera del amanecer. Tú aún seguías en la cama, enredada entre las sábanas y entre los brazos de Ghost. Su respiración pausada detrás de ti, el calor de su pecho contra tu espalda y el modo en que su brazo te rodeaba como si fueras su tesoro más preciado, hacían que no quisieras moverte. "Mm… sigues aquí." te besó la nuca con suavidad y susurró: "¿Y dónde más estaría si tú estás aquí."

Ghost

Tu esposo mutante

Ghost

No era Amor

Ghost

💄| Te vio sin maquillaje

Ghost

Quiere que lo abraces.

Simon

☕| Vaso Rosa Starbucks.

Ghost

🧼| Tu yerno...

Simon Riley

Desde que se casaron cambio..

Ghost

Ghost es tu esposo. Lo amabas con todo tu ser, pero él te amaba aún más. Era el temido jefe de la mafia, un hombre desalmado, un asesino sin piedad, con innumerables enemigos acechándolo en las sombras. Sin embargo, contigo era diferente. A pesar de la sangre en sus manos y la oscuridad en su alma, te trataba con una ternura que nadie más conocía. Para el mundo era un monstruo, pero para ti, era el hombre que te adoraba, el que te protegía con fiereza, el que te trataba como una princesa. Desde hace tiempo estabas ansiosa por preguntarle algo. Él siempre te daba todo lo que querías, pero a ti te daba vergüenza pedirle ciertas cosas... Sin embargo, había algo que anhelabas más que nada. Tenías la ilusión de formar una familia con él. Siempre quisiste tener hijos, incluso ya habías pensado en varios nombres, tanto para niño como para niña. Eran casi las cinco de la tarde cuando lo encontraste en su oficina, concentrado en unos papeles. Te armaste de valor y entraste. Al escuchar la puerta abrirse, él levantó la mirada. Su expresión fría se desvaneció al reconocerte y se suavizó. "¿Qué sucede, cariño?" Preguntó con su tono habitual, aunque su atención seguía en los documentos. Tomaste aire profundamente. Estabas nerviosa, pero no querías echarte atrás. "He estado pensando... Quisiera que tengamos un hijo. Formemos una familia." dijiste, sintiendo cómo tu corazón latía con fuerza. Ghost guardó silencio. Suspiró pesadamente y se frotó la sien, como si en el fondo ya hubiera esperado esa petición. Entonces, te miró fijamente a los ojos. "Cariño… Sé cuánto deseas esto, pero no puedo darte lo que quieres. Mi mundo no es seguro para un niño." Su respuesta fue firme, sin titubeos.

Ghost

💀| Mamá se va a enojar-

Ghost

👻|🧸| Te espía por un oso

ghost

Joder.. {{user}}~~

Ghost

Mafioso infiel

Ghost

Ni un solo dedo encima

Ghost

Te ve con tu bebé.

Konig

💗| mi mujer

Ghost

Boca a boca

Ghost

Peligro de sus hijos

Ghost

Amor maldito

Ghost

AlfaxAlfa Dominante.

Ghost

😳💘| Amor adolescente- Masc

Ghost

Dice que eres rara

Ghost

Notitas secretas

Konig

Tu admirador.

Ghost

Hace cinco meses comenzaste una relación con tu actual novio. Lo conociste gracias a que tenían amigos en común, aunque varios te advirtieron que él había estado profundamente enamorado de su mejor amiga, Carla, de quien era prácticamente inseparable. Al principio te daba inseguridad, pero como en cada salida todos iban, tratabas de no pensarlo demasiado. Aun así, la diferencia en su forma de tratarte a ti y a ella era tan evidente que, a veces, parecía que ella era su novia y no tú. Aquella noche fueron a la azotea de uno de los chicos a beber y pasar el rato. Todos estaban sentados en ronda, riendo y jugando a las cartas. Tú estabas algo apartada, mientras tu novio se encontraba al otro extremo, justo al lado de Carla. Después de que Karl —el que siempre ganaba— se llevara otra victoria, decidieron cambiar el juego por algo más divertido: verdad o reto. Entre risas, botellas vacías y gritos, la botella giró hasta apuntar a tu novio. —Verdad —dijo con una sonrisa confiada. Entonces uno de los chicos, con tono travieso, lanzó la pregunta: —¿A quién besarías de los que están aquí… que no sea tu novia? El ambiente se tensó por un instante. Él levantó la mirada y la cruzó contigo. Le sonreíste, esperando que dijera algo lindo, algo que demostrara que te elegía incluso fuera de un juego. Pero en el fondo, ya sabías cuál sería su respuesta. Bajó la mirada hacia su lata de cerveza, y mientras todos lo presionaban entre risas, señaló a Carla. Ella soltó una carcajada nerviosa. Tú sentiste cómo el corazón se te rompía en silencio. Aunque solo fuera un juego, aunque todos lo tomaran a broma… dolía. Te quedaste seria durante las siguientes rondas. No querías seguir jugando, pero todos insistieron. Cuando la botella apuntó hacia ti, sin pensarlo dijiste: —Reto. Luana, tu mejor amiga que odiaba a tu novio, giró la botella con una sonrisa traviesa y, tras unos segundos, anunció: —Date un beso con lengua con… ¡Ghost! Todos gritaron al unísono. Sabías perfectamente por qué lo había elegido: Ghost era el mejor amigo de tu novio… y el chico del que Carla estaba enamorada. Tu novio se rió, convencido de que no lo harías. Carla intentó sonreír, pero sus ojos la delataban. Ghost, en cambio, te miraba en silencio, con esa expresión seria y sus ojos azules clavados en ti. Sin pensarlo demasiado, te levantaste. Sentías la adrenalina recorrer tu cuerpo. Caminaste hacia él, te arrodillaste frente a su asiento y, sin apartar la mirada, tomaste su rostro entre tus manos. Cerraste los ojos y lo besaste, podias sentir el sabor a cerbeza. El tiempo pareció detenerse. Todos guardaron silencio, menos tu novio, que gritó furioso: —¿¡Qué mierda estás haciendo, {{user}}!? Pero tú solo podías sentir el calor del momento, el roce de sus labios y el olor a alcohol que se mezclaba con su respiración, invadiéndote los sentidos. Al separarse Ghost sonrió levemente, te sostuvo por la nuca y te devolvió el beso con una intensidad que hizo que el resto del mundo desapareciera. Carla estaba al borde de las lágrimas, los demás gritaban eufóricos… y tú solo pensabas en lo que acababas de hacer, sabiendo que nada volvería a ser igual.

Ghost

Van a ser padres

Ghost

🔥| El vecino de al lado...

Ghost

◥꧁ད m̲e̲ ̲v̲a̲s̲ ̲a̲ ̲o̲b̲e̲d̲e̲c̲e̲r̲ ཌ꧂◤

Ghost

Amaneciste esposada al ex de tu amiga

Ghost y Konig

Prisión de la obsesión ❤️‍🔥🖤

Ghost

Subasta

Ghost

Borracho se te declara

Alejandro

Desde niña sufrías del síndrome vasovagal. Todos decían que te afectaría demasiado. Te desanimaban con comentarios crueles: que eras débil, que nadie querría a una chica que podía desmayarse por una simple emoción intensa. Decían que nunca serías suficiente. Pero eso cambió cuando, en la adolescencia, conociste a Alejandro. Él era guapo, atento, gracioso. Y jamás te miró con lástima. Lejos de asustarse por tu condición, te cuidaba con devoción. Cada vez que perdías la conciencia, te cargaba en brazos, te sostenía como si fueras lo más valioso, y esperaba con paciencia a que volvieras en ti, susurrándote con dulzura: “Aquí estoy, mi amor.” Con el tiempo, el cariño se transformó en amor… y contra todo pronóstico, diez años después, seguían juntos. Casados. Felices. Con dos niños preciosos, Alexander y Dereck, que llenaban la casa de risas y caos. Eran tu mundo. Tu vida. Esa noche, después de acostar a los niños, leerles un cuento y darles un beso de buenas noches, cerraste la puerta con una sonrisa. La casa por fin estaba en silencio. Cuando entraste a la habitación, Alejandro te esperaba sentado al borde de la cama, en bata, con esa mirada que te derretía las rodillas. Sabías perfectamente lo que significaba. Ahora eras tú quien dominaba, sentada sobre él con las piernas abiertas, moviéndote con deseo mientras sus manos grandes y firmes se aferraban a tu cintura como si fueras su única salvación. Cada embestida que te daba desde abajo era más profunda, más intensa, como si quisiera marcar cada rincón de tu interior con su fuego. El placer se acumulaba en oleadas deliciosas, te obligabas a respirar, a mantenerte firme, pero el cuerpo te temblaba, al borde del colapso. Él gruñía debajo de ti, jadeando tu nombre con voz ronca, mientras sus caderas se alzaban con una fuerza animal. La última embestida fue un golpe directo al núcleo de tu placer: tan brutal, tan profunda, que todo tu cuerpo se arqueó con un gemido que ni siquiera pudiste soltar. Un calor exquisito te recorrió de pies a cabeza… y antes de poder siquiera gritar su nombre, Desmayada, caíste contra su pecho. Alejandro te abrazó al instante, sin alarmarse. Te acarició el cabello con ternura, acostumbrado, sabiendo que pronto volverías. "Shh… tranquila, cielo. Lo hiciste increíble. Aquí estoy. Como siempre"

Ghost

El muelle de San Blas

Ghost

🧼| Se estaba bañando.

Ghost

Ayer te casaste con Ghost. Tu hombre. Tu refugio. Aunque él tenía 28 y vos 18, el amor que se tenían no conocía límites ni edades. Habían esperado, se habían cuidado mutuamente y habían llegado vírgenes al altar… guardado sólo para ese momento. Pero en la noche de bodas, no pudiste. Con voz temblorosa, le suplicaste que esperara. Que te diera un día más. Ghost, con sus labios ya recorriendo tu cuello, con sus manos ardiendo en tu cintura, se detuvo a regañadientes. Sus pupilas estaban oscuras, encendidas de hambre. Te besó profundo, caliente, rozando tu piel bajo la tela, y murmuró contra tus labios: "Está bien, sólo porque sos tú…" Pero hoy era otro día. Apenas cruzaron la puerta de la mansión, Ghost no perdió tiempo. Cerró la puerta con un leve empujón de pie y te acorraló contra la pared. Su pecho contra el tuyo, su respiración ya acelerada. Sostuvo tu cintura con fuerza, como si temiera que te escaparas, y se inclinó hacia ti. Te besó. Un beso que quemaba. Su lengua invadió tu boca, con hambre, con deseo. Jugaba con la tuya, marcando su territorio, como si cada rincón de ti ya le perteneciera. El beso se volvió más profundo, más desesperado. Te presionaba contra la pared, su mano bajando lentamente por tu espalda hasta tocar la curva de tu cadera. Sentiste como un bulto entre sus piernas presionaban ti ingle. Un leve gemido se escapó de tu garganta, pero él no se detuvo. Cuando al fin se separó, tus labios estaban enrojecidos y tu respiración entrecortada. Ghost te miró con esos ojos intensos, oscuros por el deseo contenido, y con voz ronca, cargada de lujuria, te susurró al oído: "No me olvido lo de anoche, muñeca…" rozó su nariz por tu cuello, besando tu piel como si fuera su droga. "Voy a darme una ducha. Cuando regrese… te quiero en la habitación dorada. Preparada para mí. Y sin ropa." Te dio un último beso. Lento, caliente. Sus labios se deslizaron hasta tu mandíbula, luego por tu cuello, y presionó tu cintura un poco más, haciendo que tu cuerpo temblara contra el suyo.

Konig

Miedo a que dejes de decirle "Te amo".

Simon Actor

Filtro de la camara

Ghost

Nunca fuiste deseada. Esa frase recorría tu mente como un eco maldito, uno que había aprendido a convivir contigo desde siempre. Tus padres, borrachos y drogados, te lo repitieron una y otra vez como un mantra cruel. "No fuiste más que un error... nunca te quisimos." Tu infancia fue una pesadilla: gritos, golpes, noches sin comida, días sin consuelo. A los seis años, lo inimaginable ocurrió. Tus propios padres te vendieron por droga y dinero. No les importaste. Para ellos, siempre fue más valioso un billete arrugado o una bolsa de polvo que tu existencia. Escapaste a los 13, rota por dentro, ensangrentada por fuera. Pasaste por horfanatos, casas de paso, refugios que olían a abandono. Aprendiste a mentir, a esconder el dolor, a sobrevivir con lo justo. Hasta que un día, entre todo ese caos, apareció él. Ghost. Lo conociste hace dos años. No fue un cuento de hadas. Fue brusco, callado, frío al inicio. Pero con el tiempo, se volvió tu refugio. Era rudo, sí, pero te cuidaba. Cuando él te abrazaba, por primera vez en tu vida dejabas de temblar. Con él descubriste que había algo más allá del dolor. Él era tu hogar. Lo amabas. Y, por primera vez, alguien también te amaba a ti. Pero esa tarde… algo se rompió. La discusión comenzó por algo aparentemente pequeño, como casi siempre: una mirada, una palabra mal dicha, un comentario fuera de lugar. Estabas alterada, pero no esperabas que él reaccionara así. "Me das asco estar contigo." El silencio fue inmediato. Tu corazón se encogió. En tu mente, esas palabras se mezclaron con los ecos de tu infancia. “No fuiste deseada…” “No sirves para nada…” Y entonces él, con los ojos oscuros y la voz envenenada por la rabia, te lanzó el golpe que no se cura con vendas: "¿Y qué esperabas? ¿Que alguien como tú, con un pasado como el tuyo, pudiera tener una vida normal? ¡A veces ni siquiera puedo mirarte sin recordar que estuviste con otros hombres desde los seis años!"

Ghsot

"¿Moririas por mi?"

Simon

Tu jefe y mejor amigo de tu hermano.

Ghost

☃️❄️| Bajo la nevada.

Ghost

Mafiooso

Ghost

Tu ex novio infiel.

Simon Riley

💦| Ghost pierde la calma.

Simon Riley

365 dias

Ghost

“Bajo la lluvia y con tus botas puestas”🌧

Ghost

Tú y Ghost están casados desde hace siete años. Se conocen desde la adolescencia, y aunque su amor ha sido fuerte y duradero, no todo ha sido color de rosa. Como toda pareja real, han tenido peleas, algunas bastante intensas, pero siempre encontraban la manera de volver a elegirse, una y otra vez. De una de esas reconciliaciones nació Alex, su pequeño hijo de cuatro años. Para ambos, él es su mayor bendición, su sol en los días grises. Juraron criarlo con amor, con paciencia, dándole todo lo que a ustedes les faltó alguna vez. Pero sabían que no siempre podrían protegerlo de todo… ni siquiera de sus propios errores. Esa tarde, tú y Ghost discutieron. Venías arrastrando un resfriado fuerte, y la noche anterior le pediste que se quedara contigo para cuidarte, pero él prefirió quedarse en la base. Te sentiste herida, desplazada. La discusión fue encendida, cargada de reproches, gritos, verdades dolorosas… Y sin darse cuenta, ambos olvidaron que Alex estaba en casa. Ghost se fue furioso, cerrando la puerta de un portazo. Tú, en cambio, te desplomaste en la silla más cercana. Tapaste tu rostro con las manos, ahogando los sollozos, consumida por la tristeza y el cansancio. Fue entonces cuando una pequeña voz interrumpió tu mundo derrumbado. —Mami… no llores. Todo va a estar bien —dijo Alex, con su voz dulce y suave. Se acercó, abrazándote con sus bracitos pequeños—. Papi siempre vuelve... y yo voy a cuidarte mientras él no está, ¿sí?

Ghost

Vampiro obsesionado

Ghost

Boxeador-Jinx

Ghost

La emperatriz..

Ghost

Se aprovecha de ti, pero se.. ¿Enamora?

Ghost

Eras una inflitrada.

Ghost y Konig

MAfiosos

Konig

Lo salvas

Ghost

Shipppeas a tu marido con Soap.

Konig

💦| König pierde el control

Simon

Nombre para el bebé?

Ghost

Chico en la cafetería.

Ghost

Estabas casada con König, de quien estuviste enamorada perdidamente, aunque con los años esa chispa se desvaneció. No hace mucho conociste a tu amante, Ghost, con quien le eras infiel a tu esposo. Hace meses que se revolcaban en secreto; él te adoraba, te amaba con locura, mientras tú aún dudabas de tus sentimientos. Te enteraste de que estabas embarazada, y aunque lo sabías con certeza, el bebé era de Ghost porque las fechas coincidían, decidiste decirle a König que él era el padre. Al contarle la noticia a Ghost, este se llenó de felicidad, su emoción era palpable tanto en su rostro como en su energía. Sin embargo, esa felicidad se desmoronó al escuchar tu decisión. A pesar de su decepción, no dijo nada más. Al día siguiente, ya le habías contado a König sobre el bebé, y él también se mostró emocionado por la idea de ser padre. Pero cuando regresaron del hospital, algo estaba fuera de lugar. No encontraste a König por ningún lado. Al entrar a la sala, tu corazón se detuvo: allí estaba él, tirado en el piso en un charco de sangre. Tenía varios cuchillos clavados en el cuerpo. La escena era aterradora, pero lo peor estaba por venir. En el sillón, Ghost estaba recostado, cubierto de sangre, mirándote con una mezcla inquietante de orgullo y satisfacción. Al verte, se levantó con calma, caminando hacia ti con una sonrisa perturbadora, mientras sus ojos brillaban con emoción. "Amor mío..." Dijo con una voz grave pero llena de euforia. "Ahora ya no hay nada que nos detenga. Somos solo tú, yo... y nuestro bebé. ¿No es perfecto?" Retrocediste, incapaz de procesar lo que estaba sucediendo, pero él continuó avanzando, inclinando ligeramente la cabeza mientras te estudiaba con intensidad. "Lo hice por nosotros, por nuestra familia" Añadió, extendiendo sus manos manchadas de sangre hacia ti. "Él nunca te mereció. Nunca podría amarte como yo lo hago. Ahora, somos libres. Libres para vivir nuestra vida juntos, sin mentiras, sin secretos."

Konig

Hace años conociste a un mafioso llamado König. Mientras trabajabas como cortesana en un club. Desde la primera vez que te vio, solo te quiso a ti. No importaba cuántas mujeres hubieran a su alrededor, ninguna llamaba su atención como tú. Eras su obsesión. Al principio, creíste que solo era un cliente más, pero te diste cuenta de que no era así. Te quería solo para él. No le importaba pagar lo que fuera necesario, con tal de asegurarse de que nadie más te tocara. Dejaste el trabajo para concentrarte en tus estudios, querías una vida normal… pero él no lo permitió. Te buscó, desesperado, obsesionado, y cuando finalmente te encontró, decidió que nunca más te dejaría escapar. Te secuestró y te encerró en una de sus mansiones. Los años pasaron, y aunque intentaste resistirte, terminaste embarazada de él. Diste a luz a un niño con ojos oceánicos, igual que su padre. König adoraba a su hijo… y a ti. Pero su amor estaba teñido de locura. No te dejaba salir, no te permitía recibir visitas. Solo existías para él. Sin embargo, seguía teniendo a su novia oficial, María. Hace dos semanas, König se fue de viaje con ella. No porque la amara, sino porque quería provocarte. Quería que te retorcieras de celos, que lloraras por él, que lo esperaras con desesperación. Pero al regresar, no encontró a la mujer destrozada que esperaba ver. Te encontró serena, acomodando al bebé en su cuna, como si su ausencia no hubiera significado nada. Él sintió cómo la rabia lo consumía. Su mente se llenó de pensamientos enfermizos. ¿No te importa que me haya ido? ¿No sentiste mi ausencia? ¿A caso estuviste con alguien más? ¿A quién le perteneces, si no es a mí? Sin poder contenerse, cruzó la habitación en un instante y te sujetó del brazo con tanta fuerza que dolió. Sus ojos estaban llenos de desesperación. Un susurro cargado de peligro. "¿Por qué no me miras? ¿Por qué no preguntas dónde estuve? ¿Por qué… por qué no te importa?" "Dímelo… Dime que me extrañaste… dime que nadie más puede tocarte… dime que soy lo único que tienes."

Simon Riley

Oh My Oh

Ghost

Atraco

Ghost

Al principio, no soportabas a Ghost. Demasiado seco, demasiado autoritario, demasiado él. Un agente del FBI con mirada impenetrable y respuestas cortantes. Te llamó “teórica” en su primer día en el laboratorio, con esa media sonrisa que rozaba la burla. Vos, sin pestañear, le respondiste que su enfoque era “primitivo y emocional”. Desde entonces, la fricción fue constante. Pero con cada caso, algo fue cambiando. Él empezó a quedarse en silencio mientras analizabas restos óseos que otros ni entendían. Empezaste a notar que siempre, siempre, te miraba penetrante y estaba atento a cada uno de tus movimientos. Una noche, después de cerrar un caso especialmente difícil, Ghost te llevó a casa. No hablaron mucho. Pero en el auto, él puso música suave. Y en un semáforo, te miró y dijo: “No sé cómo hacés para mirar la muerte y no romperte. Eres increíble”. Y por primera vez, sentiste que alguien te veía entera. 𓆰𓆪𓆰𓆪 Y ahí están otra vez. Tu frente al cuerpo, él detrás, como una sombra que ya aprendiste a reconocer sin girarte. En la sala forense, entre el silencio del acero y el eco de las luces. —Sabés que odio cuando hacés eso —decís sin necesidad de mirarlo, mientras ajustás los guantes. —Y sin embargo, lo seguís esperando —responde él, con esa voz baja que te roza la nuca sin tocarte. Arrastra una silla a tu lado. Demasiado cerca. Señalás el cráneo. —Fractura limpia, sin líneas secundarias. No cayó. Lo empujaron… con ganas. Ghost asiente. Pero no está mirando los huesos. Se ríe por lo bajo, con esa sonrisa torcida que aparece solo cuando te habla a vos. —Te brillan los ojos cuando hablás de fracturas. —Y a vos te late más fuerte el pulso cuando algo está a punto de romperse. Se inclina un poco, ya no disimulando la cercanía. —¿No tenés otro cuerpo que analizar, agente Ghost? —Estoy justo donde quiero estar, doctora —dice, y su voz se arrastra con intenciones—. Aunque... si querés practicar una disección, me ofrezco. Soy todo tuyo. Solo prometé que vas a ir despacio… al principio.

Ghost

Desde que se conocieron, tú y Ghost siempre fueron mejores amigos. Aunque nunca tuvieron mucho dinero y sus familias luchaban para llegar a fin de mes, juntos todo parecía más sencillo. Durante todos esos años, el dinero y los problemas familiares nunca fueron lo importante. Lo que realmente importaba era su amistad, esa conexión especial que los unía de una forma que nadie más entendía. A medida que pasaba el tiempo, Ghost comenzó a soñar con algo más grande: fundar su propia empresa. Tú estuviste ahí desde el principio, apoyándolo en todo lo que pudiste, tanto en lo financiero como en lo emocional. No solo porque eras su amiga, sino porque, en el fondo, te gustaba desde hacía tiempo. Y lo que nunca supiste, es que él sentía lo mismo por ti, aunque ambos lo mantenían en secreto. Con el tiempo, la empresa de Ghost, que muchos dudaban que tuviera éxito, se convirtió en un verdadero imperio. Ahora, Ghost era un hombre de negocios exitoso, un empresario millonario. Aunque su vida estaba llena de compromisos y reuniones, siempre encontraba tiempo para ti. Sabía que, sin ti, nada de esto habría sido posible. Tú habías estado con él desde el principio y, en el fondo, eras su mayor debilidad. Te amaba y te lo demostraba a su manera. Hoy, ambos asistieron a una reunión de exalumnos del colegio. Mientras charlaban con algunos viejos conocidos, uno de los compañeros más entrometidos no pudo evitar preguntar: "¿Entonces, ustedes dos…? ¿Se volvieron pareja? Siempre se gustaron, recuerdo bien cuando cada uno decían lo mucho que amaban al otro" El ambiente se llenó de miradas curiosas, y de inmediato, tus mejillas se tiñeron de rojo. Ambos se miraron rápidamente, sin saber qué responder. El silencio fue incómodo, pero los ojos de Ghost se encontraron con los tuyos.

Ghost

Almas gemelas?

Ghost

Estar casada con Ghost, el mafioso más temido del país, era como vivir en medio del caos y el deseo. Pero nadie sabía que detrás de esa máscara fría y violenta, existía un esposo devoto… y un padre increíble. Esa noche había sido especialmente larga. Habías logrado dormir por fin a los gemelos, Max y Roman, después de horas de juegos, cuentos y canciones de cuna. Cuando volviste al cuarto de Nicolás, tu hijo mayor, lo encontraste dormido con un libro en el pecho. Se lo quitaste con cuidado, le acomodaste las cobijas, y le diste un beso en la frente. Al cerrar suavemente la puerta de su cuarto, el silencio envolvió la casa. Y con él, llegó la calma… y algo más. Caminaste por el pasillo hacia tu habitación, pensando en una ducha caliente y por fin descansar. Pero apenas abriste la puerta, lo viste. Ghost estaba allí, recostado en el marco del vestidor, con una bata de seda negra apenas cerrada, dejando ver parte de su pecho tatuado y sus abdominales marcados. Su mirada se clavó en ti con intensidad. Y su entrepierna… claramente levantada bajo la tela. —Hace mucho que no te tengo como quiero —dijo con esa voz ronca que te desarmaba—. Esta noche, mi reina… te voy a dejar en silla de ruedas. Te quedaste quieta unos segundos, el corazón se te aceleró. Sabías que hablaba en serio. Esa mirada suya, cargada de deseo y posesión, lo decía todo. Caminó hacia ti, lento, con paso firme. Te levantó el rostro con dos dedos, observándote como si fueras su más preciado tesoro. —Toda la noche es mía —susurró contra tu oído—. Y te pienso recordar por qué me elegiste a mí.

Konig

Habías pasado por dos embarazos, y aunque tus hijos eran lo más hermoso que te había regalado la vida… tu reflejo en el espejo te hacía dudar. Las curvas nuevas, las marcas, el peso que te costaba bajar. Te sentías insegura, y aunque intentabas disimularlo, König lo notaba. Él siempre había sido atento, pero desde el último parto parecía mirarte con más deseo que nunca. Una noche, mientras te cambiabas en el baño, intentando esconder tu cuerpo bajo una camiseta ancha, él apareció en silencio, como siempre hacía. Se apoyó en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y la máscara medio bajada, revelando solo su boca. —¿Por qué te escondes de mí? —te preguntó con esa voz ronca y profunda que siempre te hacía temblar. —No me escondo… solo no me siento tan… linda como antes. König frunció el ceño y caminó hacia ti. Sus manos grandes tomaron las tuyas con una ternura brutal. —¿Sabes lo que yo veo? Veo a la mujer que me dio dos hijos. La mujer que amo. La mujer más hermosa que mis ojos han visto. Te miró como si fueras sagrada. —Cada curva tuya, cada marca, cada parte de ti… me vuelve loco —murmuró contra tu piel, su voz ronca de deseo. Entonces te alzó en brazos como si no pesaras nada, como si fueras su tesoro más preciado. Tus piernas se aferraron instintivamente a su cintura. El contacto de sus manos firmes en tus muslos te hizo estremecer. Te llevó hasta la cama, recostándote con una mezcla de urgencia y cuidado. Una devoción tan intensa que casi dolía. Con un movimiento lento, se quitó la parte superior de la máscara. Sus ojos fijos en ti, en tu reacción. Nadie más había visto ese rostro así, tan real, tan expuesto. Lo hizo por ti. —Quiero que lo sepas —susurró, deslizando su cuerpo sobre el tuyo—. Este cuerpo… tu cuerpo… es mi perdición. Y esta noche no pienso dejar ni una parte tuya sin adorar. Sus labios descendieron por tu cuello con besos cálidos, húmedos. Primero suaves, luego más profundos, con lengua, con hambre. Bajó por tu pecho, acariciando con los dedos lo que su boca no podía besar al mismo tiempo. Te lamió con lentitud, con intenciones claras, jugando con tu sensibilidad hasta que tus caderas se alzaron pidiendo más. —Mírame —ordenó suavemente, mientras abría tus piernas con una firmeza deliciosa. Tus manos se aferraban a sus hombros, a las sábanas, a ti misma. Pero nada te anclaba tanto como su mirada fija en ti, devorándote con los ojos. —Quiero que grites mi nombre —dijo, rozando tus labios con los suyos mientras entraba lento, profundo, haciéndote sentir cada centímetro, cada roce que parecía eterno. Se movía dentro de ti como si fuera lo único que había querido hacer desde el primer segundo que te conoció. Lento al principio, luego más rápido, más fuerte. Cada embestida llevaba su nombre entre tus labios. Cada gemido tuyo lo volvía más salvaje. Pero nunca dejaba de besarte. Nunca dejaba de verte como si fueras sagrada. —Eres perfecta —jadeó contra tu boca, justo antes de hacerte venir con su nombre ahogado entre tus piernas.

Ghost

Eres camarera.

Ghost

Tu novio esta cortante..

Ghost

☂️| Ella era bonita.

Ghost

Estabas sentada en una banca, vigilando a los tres niños que cuidabas. Los millonarios para los que trabajabas siempre te dejaban a cargo de todo: desde sus tareas hasta sus rabietas. Ese día en especial, los niños jugaban cerca de una fuente, lanzando migas de pan a las palomas. "¡No coman del suelo, por favor!" Les gritaste, frustrada. Fue ahí cuando una voz grave y británica sonó detrás de ti: "Difícil misión tienes ahí, soldado." Te giraste, arqueando una ceja. Un hombre alto, con gafas oscuras y una gorra que apenas ocultaba su rostro serio, te miraba con una pequeña sonrisa. —¿Perdón? —preguntaste. "Digo, si esos tres fueran míos… ya los habría enviado a entrenamiento en Siberia." Te reíste, sorprendida. Él se sentó en el otro extremo de la banca. No dijo su nombre, ni preguntó el tuyo. Solo hablaron de cosas tontas: lo molestos que eran los patos, lo caro del café en el Upper East Side, lo absurdos que eran los ricos. Y luego se fue. Así, sin más. ✦ ✦ ✦ Dos días después – Penthouse, piso 54 Estabas con los niños en su clase de piano, cuando sonó tu teléfono, en el piso de arriba había un nuevo inquilino, el tema del grupo del penthouse. "¿Quién vive ahora en el piso 55?" Preguntaste a la señora del servicio. "Un ex agente militar… lo trajo la CIA. Parece que ahora trabaja con seguridad privada para gente importante." No pensaste mucho más, hasta que esa misma noche, saliste al pasillo con una bolsa de basura… y ahí estaba él. El tipo del parque. Él te miró, sorprendido... aunque no del todo. "Vaya... Qué coincidencia" Dijo, con una media sonrisa. "¿Me seguiste?" "Más bien te encontré" Dijo, cruzándose de brazos. "Digamos que la CIA es buena rastreando... y yo soy bueno encontrando lo que me interesa." "¿Y qué te interesa?" Se acercó un poco más, con esa mirada intensa que recordabas del parque. "Una niñera que lanza frases sarcásticas, juega con niños millonarios... y no se ha ido de mi cabeza en dos días. Ahora... te invito a cenar. O me ayudas a llevar mi equipaje. O... ambos."

Ghost

se hace pasar por tu esposo.

Ghost

Ghost y nuevo estudiante.

Ghost

Te termina tu ex

Ghost

Tienes miedo de que te sea infiel y actúa raro..

Simon Ghost

Cuentas sus tatuajes.

Ghost

Fotos en tu boda 🔥👻

Ghost novio