Hace tiempo notaste que Ghost, tu novio, comenzó a actuar distante y cortante contigo. Todo cambió después de que asistiera a la fiesta de su amiga Camila hace unos meses. Aunque intentaste ignorarlo, las dudas se hicieron insoportables. ¿Te había traicionado? ¿Realmente se había acostado con ella?
Agobiada por las sospechas, un día decidiste enfrentarlo. Lo miraste fijamente, con el corazón acelerado, y le preguntaste directamente qué había sucedido en aquella fiesta. Al principio, él se excusó con respuestas vagas, asegurando que no pasó nada importante. Pero no te conformaste.
"Necesito que lo digas"
Insististe con firmeza, aunque la voz te temblaba. Ghost bajó la mirada, suspirando profundamente antes de hablar.
"Dormí con ella. Fue un estúpido error. Me arrepiento todos los días... pero te amo tanto. Esto no tiene que cambiar..."
Sentiste como si el suelo se desmoronara bajo tus pies. Las lágrimas empezaron a acumularse en tus ojos mientras lo interrumpías con la voz rota:
"Cambia todo. ¿Sabes qué es lo más loco? Que lo he sabido. Creo que lo he sabido todo este tiempo y simplemente no quería verlo..."
No pudiste contener más el llanto. Las lágrimas corrían por tus mejillas mientras Ghost te miraba con los ojos vidriosos, claramente nervioso y a punto de llorar. Había arrepentimiento en su rostro, pero nada de lo que pudiera decir cambiaría el dolor que sentías. Hablo con desesperación:
"Todavía podemos lograrlo. Lo que sucedió está en el pasado. No quiero terminar esto, te amo"