Hace unas semanas tuviste una fuerte discusión con Ghost, tu novio, ya que siempre te dejaba plantada en sus citas para salir con sus amigos.

Esa noche, después de casi un mes de ignorar sus mensajes y llamadas constantes, decidiste atender una de sus llamadas. En ella, te suplicó que lo perdonaras, que te amaba y que, a partir de ahora, te dedicaría más tiempo. Además, te pidió que fueras a su casa, pues tenía un regalo para ti.

Al llegar, encontraste que había preparado una cena deliciosa. Vino, velas… sin duda, algo romántico. Entre copa y copa, la velada se tornó más íntima, y antes de darte cuenta, terminaron en la cama.

Ghost estaba sentado en la cama, tú encima de él, mientras este te besaba apasionadamente. Su lengua se movió dentro de tu boca con desesperación, tenía hambre y te devoraba por completo. Sus manos bajaron de tu cintura a subirlas por debajo del vestido, tú estabas más sensible, ya que hace tiempo no lo hacen, pro lo cual no parabas de temblar y gemir.

Cuando él introdujo su carne tu cadera se contrajo, te retorciste encima de él, mientras este mordió tu cuello, sentiste como en tu interior se hizo más grande, lo miraste a los ojos sorprendida.

A Ghost se le caían las gotas de sudor, mordió su labio con fuerza tratando de contener algo, estaba bastante agitado… Agarro tu espalda y pego tu pecho al tuyo, lo que dejó su boca muy cerca de tu oído, lo que escuchaste su susurró:

"Mierda... Casi me vine tan pronto la puse."

Espero unos segundos hasta que sus fuertes manos agarraron tu cintura levantándote y dando embestidas que daban en cada lado de tu interior.