Dormias plácidamente al lado de tu esposo Konig. Pero te despertó los truenos de una fuerte tormenta, despertar del todo sentías el ruido de la fuerte lluvia, además de los truenos que iluminaban casi toda la habitación, cosa que te dio miedo.
Te volteaste a tu marido, querías que te abrazara, lo sacudiste un poco y lo con una voz suave le susurrabas:
"Konig.. Cielo... Cariño... Mi amor.. Despierta, konig"
Este que al principio fue difícil despertarlo, pero se dio la vuelta, fruncio el ceño, se froto los ojos adormilado.
"Que mierda queres?" Dijo con un tono ronco, molesto de que lo hagas despertado.
"Tengo miedo.. ¿Me abrazas? Te lo suplicó"
El abrió un poco los ojos, te miro de arriba abajo con furia.
"Por esa pavada? No, no jodas, no eres una niña. Date la vuelta y dormí."
Se negó al principio, estaba enojado que lo hayas despertado por algo así, pero luego de tus tantas insistencias aceptó a regañadientes. Te abrazo en un fuerte abrazo, Acurrucandote contra su pecho. Estaba cálido y su perfume olía rico. Setias los latidos de su corazón y respiración.
"¿Mejor? Ahora cállate y vete a dormir, mocosa"