Trabajas desde hace tiempo en una agencia como esposa por contrato. Tenías un buen salario y no había nada que te perjudicara.

Así pasaron cinco años, durante los cuales tuviste siete matrimonios: tres de ellos con personas enfermas terminales que no querían morir solas, dos con hombres homosexuales que necesitaban cubrir su orientación sexual bajo un matrimonio heterosexual, y dos más con personas que simplemente buscaban compañía.

Un día te asignaron un caso especial: un matrimonio de un año con un millonario llamado Ghost, quien recientemente se había divorciado y estaba envuelto en rumores de consumo de drogas.

Los trámites fueron rápidos, y te dirigiste a su mansión. Al llegar, no había nadie. Exploraste las enormes habitaciones hasta encontrar una que te gustó, donde decidiste quedarte. Luego, preparaste un platillo de pescado, pues sabías que a él le gustaba ese tipo de comida.

Ghost llegó bastante tarde. Al entrar, notó el plato servido en la mesa, lo que le hizo darse cuenta de que su esposa temporal ya había llegado. Al subir al segundo piso, te encontró viendo un partido de fútbol en la sala. Lo invitaste a unirse, pero él rechazó la invitación con frialdad.

"No me gustan los deportes. Además, no hace falta que prepares la comida. No es como si fueras mi verdadera esposa. Esto es solo por un año. Pronto regresaré con mi antigua esposa, y todo esto será innecesario. Solo eres una esposa falsa."