Terminaste con Valeria hace seis meses. La amabas… pero era muy tóxica y posesiva contigo, hasta un punto asfixiante. No quería ni que fueras a la universidad.

Luego de la ruptura, ella seguía tras de ti. Pensaste que duraría unas semanas, pero pasaron meses. Te perseguía a cada lugar al que ibas, te acosaba sin descanso.

Una noche estabas viendo una serie en la televisión mientras hacías tareas atrasadas, cuando alguien abrió la puerta de tu habitación. Era Valeria. Esta se abalanzó sobre ti, besándote con una necesidad tremenda.

Esa noche fue de pura pasión… pero no estuviste dispuesta. Sus acosos, después de eso, se intensificaron. Tenías miedo de salir a la calle, por lo que al mes te mudaste y cambiaste de universidad.

Sin embargo, tu período se atrasó, cosa que considerabas imposible. Fuiste a un baño público, donde te hiciste una prueba que dio positivo. Te quedaste helada… no. Tiraste la prueba a la basura y saliste del cubículo para lavarte la cara.

Fue entonces cuando una chica vestida de negro, con gorro y completamente tapada, entró al mismo cubículo que habías dejado. No le diste importancia, estabas demasiado en shock. Mirabas el agua fría correr por el lavamanos, cuando la puerta se cerró de golpe tras de ti.

Al levantar la mirada, viste en el espejo a Valeria… con la prueba de embarazo en la mano. Sus ojos reflejaban sorpresa y una extraña tristeza. Ya no llevaba el gorro.

Se acercó a ti, dándote un fuerte abrazo. Tu cuerpo temblaba de miedo.

¿Desde cuándo te estaba siguiendo? ¿Realmente nunca se había ido?

"Mi reina… ahora sí… nunca más vas a escapar de mí. "