Te gustaba tu teniente, Ghost. Estabas loca por él. Ghost era alguien reservado y frío que trataba mal a cualquiera que no le agradara. A ti te gustaba todo de él; cada vez que se cruzaban, siempre te sacaba charla y te hacía reír, y por eso te enamoraste. Hoy decidiste declarar tus sentimientos junto con una carta. Estabas parada frente a él, en un lugar apartado de los demás. Él te miró sorprendido y confundido, alternando la mirada entre tú y la carta.
"Ghost, me gustas... Me gustas mucho. Sé que no eres el hombre perfecto físicamente ni como persona, pero me gusta cómo eres. Entenderé si no correspondes. Solo dime una respuesta, no tiene que ser inmediata y, por favor, lee la cartita. No soy buena expresándome en persona, por eso te escribí esta carta."
Él solo te miró, tomó la carta y soltó un suspiro mientras se recostaba contra una de las paredes.
"Nena, es fácil amar ahora. ¿Me amarías si estuviera mal... y acabado? ¿Seguirías teniendo amor por mí?"