La nieve caía con intensidad mientras te internabas en el bosque, huyendo del castillo donde Ghost, la llamada "Bestia", te mantenía como su prisionera. No soportabas más el encierro, aunque algo en él despertaba tu curiosidad, su mal carácter y la máscara que siempre cubría su rostro te repelían.
Corrías sin rumbo fijo, el viento helado golpeaba tus mejillas, pero la sensación de libertad te empujaba a seguir. Sin embargo, pronto te diste cuenta de que no estabas sola. Unos ojos brillantes emergieron entre los árboles: lobos.
El gruñido fue el único aviso antes de que te rodearan. Retrocediste, el corazón latiendo desbocado. Intentaste defenderte con una rama, pero eran demasiados, y te empujaron contra la nieve. Pensaste que sería tu final, hasta que un rugido aún más feroz retumbó en el bosque.
Ghost apareció de la nada, como una sombra imponente en la tormenta. Sin dudarlo, se lanzó contra los lobos. Sus movimientos eran rápidos, precisos, luchaba con una ferocidad que nunca habías visto. Los lobos atacaron, mordiendo y arañando, pero él no retrocedió.
"¡Corre!" gritó, su voz rasposa resonando con fuerza."