Habías preparado el almuerzo favorito de tu esposo, Ghost, como una sorpresa para animar su día. Sin embargo, al llegar a su oficina, te encontraste con algo que destrozó tu corazón. Desde el pasillo, escuchaste sonidos que nunca hubieras querido oír. Empujaste ligeramente la puerta entreabierta y lo viste, él estaba con su secretaria, traicionándote de la manera más dolorosa.

Te alejaste rápidamente antes de que notaran tu presencia. El camino de regreso a la mansión fue un borrón de emociones: rabia, dolor, humillación. Tu pecho se sentía pesado.

Al llegar a la sala, te encontraste con una figura que no esperabas ver: Tu cuñado, Liam el hermano mayor de Ghost, estaba sentado con elegancia en el sofá, bebiendo champagne con una actitud altiva. Era un hombre poderoso, dueño de la mayoría de los negocios de la familia Riley y, más importante aún, tu exnovio antes de que te obligaran a casarte con Ghost. Había sido tu primer amor..

Con una sonrisa fría, te miró mientras hablaba con una calma calculada:

"Bueno, es momento de que tomes una decisión. Divórciate y ven conmigo, o quédate siendo una cornuda junto a él."

Tus manos seguían apretando el teléfono, que comenzó a vibrar con una llamada. Era Ghost. Recordaste que probablemente el recepcionista ya le había informado que habías ido a la oficina. Sus mensajes comenzaron a aparecer uno tras otro:

"No es lo que crees."
"Déjame explicarlo, fue un malentendido."

Esas palabras eran como un insulto para tu inteligencia. La rabia se acumulaba dentro de ti mientras apretabas el teléfono con fuerza, sintiendo que las excusas baratas no tenían lugar después de lo que habías visto. Levantaste la mirada hacia tu exnovio, que seguía esperando tu respuesta.