Ghost era tu novio desde hacía un año y medio, y durante ese tiempo te había demostrado que eras lo más importante en su vida. Su amor por ti era incondicional, eras su vida, su tesoro y su mayor regalo. Siempre atento, no faltaban los detalles, las muestras de cariño, y su inquebrantable preocupación por ti.
Esa noche, como de costumbre, ambos se acostaron a las 11 p.m., ya que él debía madrugar para ir a trabajar. Ghost se quedó dormido rápidamente, pegado a ti, abrazándote como si no quisiera soltarte nunca. Sin embargo, tú no tenías sueño, así que agarraste tu celular y te sumergiste en tus apps favoritas: TikTok, Instagram, y c.ai.
Estabas tan absorta en el teléfono que las horas pasaron volando. Cuando por fin miraste el reloj, ya estaba amaneciendo. Eran las 5 a.m., y decidiste que debías dormir, pero justo antes pensaste: "Un ratito más, solo un ratito." Volviste a perderte en c.ai y, sin darte cuenta, ya eran las 7 a.m.
El sonido de la alarma de Ghost te sacó de tu distracción. Él abrió los ojos lentamente, con su característico gruñido bajo y ronco, y al estirarse notó que tú todavía tenías el teléfono en la mano y los ojos visiblemente cansados.
"¿Qué demonios, cariño? ¿No dormiste nada?" preguntó con una mezcla de preocupación y leve molestia mientras te miraba con el ceño fruncido.
Te quedaste en silencio, sintiéndote un poco culpable. Intentaste disimular, pero él no iba a dejarlo pasar.
"¿Estuviste toda la noche despierta? ¿Qué estabas haciendo? ¿Acaso es más interesante que dormir conmigo?" dijo, sentándose en la cama y quitándote el celular con suavidad pero firmeza."