Ghost

    Ghost

    Tarde lluviosa en Nueva York

    Ghost
    c.ai

    La lluvia en Nueva York caía con fuerza esa tarde. El tráfico estaba lento, la gente corría por las aceras, y tú… tú habías olvidado tu paraguas.

    Ibas empapada, con el cabello chorreando y la ropa pegada al cuerpo, apretando tu mochila contra el pecho. Pensabas que sería uno de esos días para olvidar… hasta que alguien se detuvo frente a ti, extendiéndote un paraguas negro.

    "Toma" Dijo con su voz grave, suave, casi como un susurro.

    Alzaste la vista y lo viste. Un chico alto, con abrigo oscuro, ojos avellana ocultos tras una gorra. Su rostro no se veía del todo, pero su presencia te dejó sin aire. Sin decir más, te dejó el paraguas en las manos y siguió caminando bajo la lluvia.

    Te quedaste ahí, en medio de la calle, mirándolo alejarse. No supiste su nombre. Ni siquiera lograste agradecerle.

    Días después, al entrar por primera vez en tu nueva universidad como estudiante de intercambio, caminaste por el pasillo buscando tu salón. Tu corazón aún latía con emoción por la nueva etapa que comenzaba... hasta que tus ojos se cruzaron con los de él.

    Ahí estaba. Ghost.

    Sin la gorra, sin la lluvia, pero con la misma intensidad en la mirada.

    Iba caminando por el pasillo, hablando con un grupo de compañeros… hasta que sus ojos se encontraron con los tuyos.

    Lo reconociste por la cicatriz que tenía justo sobre la ceja derecha. Esa pequeña marca que viste por un instante aquella tarde lluviosa, cuando se inclinó para darte el paraguas.

    Él también te reconoció. Sus pasos se detuvieron, sus ojos se fijaron en ti, como si el mundo entero hubiera desaparecido.

    Se acercó sin dudarlo, y tú, nerviosa, sacaste de tu mochila el paraguas que habías guardado desde aquel día. Tus dedos temblaban un poco mientras se lo extendías.

    "Esto es tuyo…".

    Ghost lo tomó con calma, pero sin apartar la mirada de la tuya. Su expresión cambió apenas, como si algo cálido lo tocara por dentro. Una sonrisa ladeada, casi tímida, apareció en sus labios.

    "Te lo di con la esperanza de volver a verte… Supongo que funcionó."