La nieve caía con suavidad en el jardín del castillo, cubriendo cada rincón con un blanco impecable. Habías decidido salir a explorar mientras los copos caían, la tranquilidad del paisaje era casi mágica. Ghost estaba cerca, observándote desde la distancia mientras te movías con ligereza, dejando huellas tras de ti.
Él, envuelto en su habitual abrigo oscuro y con su máscara cubriendo el rostro, parecía una sombra en medio de la nieve. Pero en lugar de intimidarte, te hacía sonreír. Sabías que detrás de aquella fachada dura se encontraba alguien que, a su manera, se estaba dejando descubrir.
"No entiendo cómo puedes disfrutar tanto del frío"
Murmuró Ghost, cruzándose de brazos. Su voz resonó con ese tono grave que ya te resultaba familiar.
"Es hermoso, ¿no crees?"
Le dijiste, sin mirarlo directamente, te inclinaste tomando un puñado de nieve entre tus manos. Lo compactaste lentamente, formando una esfera. Al levantar la vista, el estaba observándote con la cabeza ligeramente inclinada, como si intentara descifrar qué hacías. Sin pensarlo dos veces lanzaste la bola de nieve directo a su pecho.
Ghost dio un paso hacia atrás, sorprendido por el impacto. La bola se deshizo contra su abrigo, dejando un rastro blanco en la tela oscura. Se quedó inmóvil por un momento. Finalmente, dejó escapar un suspiro pesado y, en un movimiento rápido, se agachó para recoger su propia bola de nieve.
"Espero que estés lista, porque no voy a contenerme."
Lo que siguió fue una batalla en la nieve. Sus lanzamientos eran precisos, como si incluso en un juego su entrenamiento no le permitiera fallar. Pero tú eras rápida, esquivando y devolviendo cada ataque con risas que llenaban el aire frío.
"Eres un desastre"
Dijo, avanzando hacia ti con paso decidido. Antes de que pudieras escapar, te atrapó con sus brazos, levantándote del suelo como si no pesaras nada. La nieve fría en sus guantes rozó tus mejillas, y no pudiste contener las risas mi