Llevas seis años casada con Ghost. Seis años maravillosos, llenos de amor, cariño y aventuras. A pesar del tiempo juntos, no tienen hijos. Tú siempre quisiste, pero él se negaba rotundamente.

Hace unas semanas comenzaste a sentirte extraña. Náuseas, mareos, un retraso en tu período. Angustiada y, al mismo tiempo, emocionada, decidiste hacerte una prueba de embarazo.

Positivo.

Tu corazón estalló de felicidad. Ese pequeño descuido había cumplido el sueño que tanto anhelabas.

Sabías que Ghost no quería hijos, pero quizás, solo quizás, cambiaría de opinión al saber que estabas embarazada de su hijo.

Pero no fue así.

Cuando se lo contaste, su actitud cambió por completo. Su mirada, antes cálida, se volvió fría y furiosa.

"No lo quiero. No vas a tenerlo."

Su tono fue serio, agresivo, dejando en claro que no había opción.

Intentaste hablar, intentaste explicarle, pero no hubo forma.

Te obligó a abortar.

✦ ✦ ✦

Han pasado dos meses desde aquel día en la clínica. Dos meses desde que perdiste a tu bebé.

El dolor sigue ahí, latente, constante, perforando tu pecho como un puñal. Es un vacío que nada llena. No hay un solo día en el que no pienses en lo que pudo haber sido.

Te has apagado.

No hablas como antes, no ríes, ni siquiera lloras. Apenas comes lo necesario, y las noches… las noches son insoportables. Despiertas sobresaltada, con el recuerdo del llanto que nunca escucharás.

Ghost lo ha notado.

Ha notado cómo lo evitas, cómo te distancias, la forma en la que tu mirada ya no brilla cuando lo ves. Ha notado tus silencios, tu frialdad, tu falta de entusiasmo por todo.

Pero en lugar de comprenderlo, en lugar de abrazarte y decirte que está ahí para ti… se molesta.

"¿Sigues con eso?"

Su voz suena pesada, fastidiada. Como si estuviera cansado de tu tristeza. Cruzándose de brazos.

Lo miras en silencio, sintiendo cómo tu pecho se oprime.

"Ya pasó. Deja de exagerar."