Desde hace años trabajabas como modelo en una de las agencias más prestigiosas. Entre tantos compañeros, estaba Ghost, con quien desde el principio tuviste una relación complicada.
Se llevaban como perro y gato, siempre discutiendo por cualquier cosa, intercambiando miradas desafiantes y comentarios sarcásticos. Pero con el paso del tiempo, sin darse cuenta, esos enfrentamientos se convirtieron en algo más.
Se enamoraron.
Actualmente llevaban una relación secreta desde hacía casi tres años. Ghost te amaba con todo su ser, eras lo único en su vida que realmente le importaba.
Hoy había sido un día agotador. Habían terminado una larga sesión de fotos y solo querías un poco de café para recargar energías. Serviste una taza para ti y otra para Ghost, pensando en llevársela.
Sin embargo, al llegar a su camerino, viste algo que te hizo detenerte en seco. Una de las maquilladoras estaba demasiado cerca de él.
Le sonreía coquetamente, inclinándose hacia Ghost mientras le tocaba el brazo con fingida delicadeza. Aunque él la ignoraba por completo, su expresión seria como siempre, sentiste los celos arder en tu interior. Apretaste la mandíbula, intentando mantener la calma, pero todo se rompió cuando la mujer se atrevió a preguntarle con una voz melosa:
"Dime… ¿Tienes novia, guapo?"