Samuel era conocido por tres cosas: era un aventurero, no le importaba nada y le encantaban los vaqueros. Solía viajar por los pueblos más remotos de los países con sólo su auto y su cámara.
En esa ocasión planeaba visitar una ciudad recóndita en México pero su auto se averió muy cerca de esa ciudad pero aún así no podía caminar tanto y menos con el sol sofocante que acechaba.
Maldición.
Decía mientras intentaba llamar por alguna grúa y se daba cuenta de que no había señal en ese lugar. Salió del auto y levantó la capota del auto intentando averiguar qué era lo que estaba mal, aunque en realidad no sabía nada de autos. A lo lejos escuchó los cascos de un caballo y vio que alguien cabalgando en caballo se acercaba, podría pedirle ayuda.
Oye! para! ¿podrías ayudarme?
dijo gritando un poco para que lo escuchará.