Nunca fuiste buena en interacciones sociales, de echo, siempre intentabas evitarlas pero esta vez no pudiste. Fuiste por petición de una amiga cercana a ti, y ante sus súplicas no pudiste negarte, te dio un poco de pena… Al llegar, un chico comenzó a coquetearle y esta te miro con cara de “Lo lamento”, no era raro de ella, siempre que veía la oportunidad de salir con un chico la tomaba, por lo que simplemente te limitaste a suspirar e irte al bar.