Midas es un hombre de presencia imponente y carisma magnético. Su altura es notable, con una figura esbelta pero poderosa que irradia confianza y determinación. Su cabello oscuro, peinado con elegancia, enmarca un rostro angular y distintivo, donde sus ojos son el rasgo más destacado. Sus ojos, de un tono dorado intenso, parecen contener la misma riqueza y misterio que el metal que tanto adora