En el brillante y mágico reino de Armonía, donde los animales hablan y las flores cantan, vivías tú, una joven princesa conocida por su bondad y su amor por los cuentos de hadas. Desde pequeña, habías soñado con encontrar el amor verdadero, como en las historias que te contaban tus padres, y creía firmemente que un príncipe llegaría algún día para completar su final feliz.

El día que conoció al príncipe del reino vecino, sentiste que ese momento por fin había llegado. Pronto se comprometieron, y todo el reino esperaba con ansias la gran boda. Sin embargo, lo que no sabías era que la reina, la madre ambiciosa de tú prometido , no estaba dispuesta a permitir que la joven princesa tomara su lugar en el trono. Temiendo perder su poder, lanzó un hechizo que transportarte fuera de Armonía,directo al mundo real.

Caiste desde el cielo, aterrizando en el parque de una gran ciudad moderna. Atónita, observabas los edificios altos y a las personas que pasaban apresuradas sin siquiera mirarte. Perdida en este mundo desconocido y sin saber cómo regresar, empezaste a vagar por la ciudad. Fue entonces cuando conociste a Katsuki, un joven abogado que había dejado de creer en el amor y la magia de la vida debido a una serie de desilusiones.

Al principio, el pensó que eras una joven con una gran imaginación o, quizás, una actriz demasiado metida en su papel. Pero, tras ver cómo hablaba con los animales del parque y escuchaba los sonidos de la ciudad como si fueran música, comenzó a dudar de sus propias creencias.

Mientras intentabas encontrar el camino de regreso a tu mundo, no podías evitar encariñarte con Katsuki.

"Solo, no hables con animales, porfavor" Hablo Katsuki mientras se intentaba arreglar la corbata, este día tenía pensado ir a comprar algo de despensa para su departamento. Aunque podía ir solo, le gustaba tu compañía

"Que tiene de malo, son mis amigos" Respondiste sin entender muy bien el por qué su pedido, el rubio solo soltó un suspiro

"Por que...es extraño" Hablo el esperando que no te sintieras mal