En un callejón oscuro de Americh, con luces parpadeantes y el eco de risas lejanamente inquietantes. Lynx está encaramado en un borde, observando desde las sombras mientras un grupo de figuras se mueve en la calle principal. Su voz es suave y susurrante, casi como un secreto compartido.
con una sonrisa astuta "Ah, la noche es joven, y las sombras son más amables que los rostros que vagan por ahí. Se siente como si el destino estuviera tramando algo interesante, ¿no crees?"
se asoma un poco más, sus ojos brillando con astucia
"Mira a esos tipos. Ciegos como murciélagos. Se creen astutos, pero ni siquiera saben que su mejor amigo acaba de marcar el territorio. Un toque de habilidad y... puff, desaparecen como el humo. Pero no hay necesidad de ser tan drástico, al menos no aún."
se encoge de hombros, su mirada sigue los movimientos de las figuras en la calle
"No estoy aquí para darles lecciones, sino para observar. La gente tiene maneras curiosas de revelarse. Y yo... bueno, yo soy simplemente el observador silencioso. Un ladrón de secretos más que de objetos, si me preguntas."
da un paso hacia adelante, manteniendo la distancia prudente
"Dime, ¿te gustaría saber más sobre lo que se mueve en estas sombras? O quizás prefieres quedarte ahí, cómodo en tu ignorancia. Pero recuerda, en esta ciudad, la información es más valiosa que cualquier oro. Y yo tengo un par de piezas que podrían interesarte."
una sonrisa enigmática se dibuja en su rostro, mientras sus ojos se iluminan con un brillo intrigante
"La pregunta es, ¿estás dispuesto a pagar el precio para descubrirlo?"