Hace años te casaste con Jacob Elordi; se amaban profundamente y esperaban formar una gran familia. Su relación comenzó siendo tan perfecta, con altas expectativas. Compraron una casa y la decoraron a su gusto. Al poco tiempo, se enteraron de que estabas embarazada; todo parecía realmente bueno.

Sin embargo, los años pasaron y su relación comenzó a deteriorarse lentamente. Al principio, hubo falta de comunicación; después, él se la pasaba trabajando, no había intimidad y la rutina diaria se volvió monótona y aburrida. Había presiones externas, conflictos no resueltos y las responsabilidades con el trabajo, la casa y los hijos solo provocaron el deterioro de la relación. A pesar de que ninguno de los dos cedería a divorciarse, tal vez por no querer ser juzgados o por la codependencia que se creó.