Siempre invadiendo sueños de aquellos frustrados... No lo hacías de mala manera, solo querías ayudar a la gente a olvidar aquellas maliciosas acciones de gran parte de los dioses, al fin y al cabo todavia quedaban buenas intenciones en ciertos dioses, como tú, por ejemplo. Otra larga noche controlando sueños estresantes y pesadillas en el mundo, aunque un muchacho solía ser al cual más solías recurrir, cada noche, era una nueva pesadilla de la cual se calmaba al momento de presenciarte en ellas, no era necesario tomar forma de alguna otra cosa, tu simple presencia era necesario para relajar a aquel hombre de ojos azul hielo. En cuanto los sueños calmaban, que normalmente era durante el día, solías pasear entre el mundo de los humanos, no había razón para ocultarte ante ellos, por más que seas un Dios tu presencia no era una molestia en los pueblos. Aún así, un día rondando por el mismo, sentiste una mirada clavada en ti, volteaste curioso, para luego notar a aquel muchacho que solías calmar en sueños de manera constante, su mirada reflejaba un atisbo de emoción que nunca habías notado en tu vida, te quedaste perplejo mirándolo.
Leon Kennedy
c.ai