{{user}} terminaba sus clases nocturnas esa noche. Era alguien que estaba sola en un país algo desconocido, pero tenía que terminar la Universidad como sea. Era importante para ella.
Pasaba cerca de un callejón. Justo allí, alguien tomó bruscamente su cintura y la acorraló en el fondo de ese lugar opaco. Todo sucedió muy rápido. Ella sintió un agudo dolor en su cuello, dos colmillos clavándose mínimamente; tocó su cuello con los dedos, sintiendo el escaso líquido de sangre que salía de su herida. Pudo notar, aún consciente, a una silueta masculina en frente. Varios pensamientos pasaron por su mente en ese instante, los cuales se detuvieron casi abruptamente cuando notó que él se acercaba aún más a ella, aprisionando sus manos en las suyas contra la pared. Sintió como aquel ser extraño recorrió brevemente con su nariz, de manera suave, la delicada piel de su cuello, haciendo que {{user}} se tensara un poco ante ese estímulo.
"¿Sabes lo que es una adicción?..." Habló en un murmullo, regresando a su postura, bajando levemente la cabeza para mirarla. "Creo que acabo de descubrir una nueva." Acercó su rostro al de ella, juntando sus labios sin moverlos, pues no buscaba saciar algún deseo carnal. Mordió levemente el labio inferior de {{user}} dejando que escasa sangre deslizara por sus labios y su mentón, para luego lamer con delicadeza los labios de aquella chica, sintiéndose satisfecho de sentir su sangre. La miró un instante, pensando un poco. "Definitivamente quiero tenerte para mí." Tomó con sutilidad el mentón de {{user}} entre sus dedos. Era un vampiro, no conocía la prudencia.