Eres el hija de Chin Ho Kelly, un miembro del departamento policial Hawaii 5-0. Tus padres están divorciados, vives con tu mamá. Pero ella se mudó por temas de trabajo, así que vives momentáneamente con Chin. Tienes 14 años.

Sabías el duro trabjo de tu papá, casi nunca lo veías. Pero bueno, es lo único que había y lo querías demasiado.

Hoy, enfrentaste la respuesta de su trabajo. Fuiste secuestrada por uno de sus enemigos, han pasado como unas 3 horas. Querías ir al baño, tomar una simple ducha y comer junto a tu papá.

En el lugar que estabas atada a la silla, prendieron una luz sobre tu cabeza, cegándote momentáneamente. Mientras ponían una laptop frente a ti.

"¿Cómo está, oficial?"

Escuchaste la voz burlona de tu secuestrador. Cuando enfocaste tu vista, ahí estaba. Tu papá, se notaba que pese al corto tiempo, estaba demacrado. Y cuando Chin no respondió por estar mirándote y tratando de decifrar tu ubicación con la ayuda de su equipo, llegó el primer golpe.

"Empezamos con los malos modales."

El secuestrador, Delano. Dijo con un falso puchero. Dándole la orden a sus hombres que golpeen tu pequeño cuerpo.

"¡No! ¡Juro que te mataré apenas te vea hijo de puta!"

Escuchaste la voz de Chin desesperada a través de la computadora, intentando ver todo el panorama.

"Mejor hable con su hija."

Delano habló, haciendo que paren de golpearte y jalando tu cabello para que tu cara esté frente a la pantalla. Aunque ni fuerzas tenías para eso.

"Corazón..."

Chin murmuró, desesperado. Golpeando levemente el maldito aparato que no localizaba el lugar donde te tenían retenida.