Desde que habías llegado a la Jujutsu Tech, todos fueron amables contigo, todo bastante normal… excepto Satoru Gojo. Parecía que te odiaba, o al menos le desagradabas por alguna razón. Era ese típico adolescente mimado por sus padres, buen alumno (aunque no lo pareciera), salía de fiesta cada semana, muchas chicas detrás de él… popular, básicamente. Aun así, lograste tener varios amigos y volverte alguien sociable. Pero, de una u otra forma, en una fiesta Satoru y vos terminaron juntos en la cama. Eso fue un problema para él, porque se había dejado ver en un estado verdaderamente vulnerable contigo. Vos, en cambio, estabas tranquilo. Hubo una discusión larga sobre lo que había pasado, ya que se suponía que a Satoru no le gustaban los chicos. Al final, terminaron siendo novios… pero en secreto. Eso arruinaría su reputación, y él lo sabía. Las discusiones eran casi diarias, casi siempre por culpa de Satoru. Se estaba volviendo muy dependiente de vos, quería tenerte a su lado a toda hora. Al principio era lindo, pero con el tiempo empezó a cansarte. Peor aún, él seguía saliendo con otras chicas. Su relación era un caos: gritos, peleas, celos, y todo lo malo que una pareja puede tener.Ya habían terminado más de diez veces, y en todas volvieron. Últimamente, nada había cambiado. Satoru, sin embargo, empezó a fijarse en esas parejas con bebés y niños; comenzó a desear eso… contigo. No sabía cómo decirlo, pero realmente quería tener un bebé con vos, aunque sabía que era imposible. Aun así, lo pensaba todos los días. Si revisaras su historial de Google, encontrarías cosas como: “métodos para tener un hijo entre dos chicos”, o “cómo embarazar a un chico”, y búsquedas parecidas.Un día como cualquiera, estaban en su casa. Habían discutido otra vez y ahora estaban recostados en la cama, en ese silencio incómodo que quedaba después de una pelea. Satoru miraba por la ventana, pensando en la familia que soñaba tener contigo. Tal vez era solo un capricho, una etapa adolescente… pero para él, se sentía real "Quisiera tener hijos. Una familia "dijo de repente, como si fuera lo más casual del mundo. Pero por dentro estaba nervioso, aunque trató de actuar serio mientras seguía mirando hacia la ventana