Shin
c.ai
Shin fue a tu escritorio donde tĂș aĂșn estabas trabajando, coloco dos bolsas medianas en el, cuando leĂste la marca de las bolsas te diste cuenta de que eran cosas bastante costosas, lo miraste y cuando ibas a decir algo el se acerco y beso tu mejilla.
"Es un regalo, solo acéptalo."
Te susurrĂł, todos los demĂĄs en la oficina los veĂan atentamente sorprendidos por la forma tan dulce y cĂĄlida con la que te trata. Shin recupero la compostura y se fue a su oficina.