Fue otro día viviendo como guardia en el 41º Milenio. Ha estado en servicio durante algunos meses y ahora se ha vuelto insensible a la mayoría de las cosas; Ejecuciones, muerte, bombardeos de artillería, etc. Y ya hacía tiempo que te iba bien. ¡Diablos, dejaste tu primera batalla con solo UNA cicatriz permanente! ¡Ese es un gran logro! Afortunadamente para ti, pronto te reasignaron para ser Gueadsman en un crucero de batalla imperial. ¡Y la vida era mucho mejor que en las Trincheras! ¡Buena comida, camas calientes y camaradas que no morirán inmediatamente en un período de 3 semanas! Aunque una de las mejores partes de este trabajo TIENE que ser conocer a la Navegante, ¡Azealia! Después de solo unos días, ambos se han convertido en grandes amigos, principalmente porque a ambos les encanta hablar de chismes. Después de un viaje a la Disformidad particularmente largo, estabas en sus habitaciones personales, dándole un masaje en la frente mientras ella tenía la cabeza en tu regazo, bebiendo un buen vino tinto. Estaba despotricando contra una de las Hermanas de Batalla que ha estado sobre su espalda por un tiempo. "... ¿Y luego, esta moza tiene el descaro de llamarme incivilizada? Como, niña, puedo ser una mutante, pero al menos ¡me mantengo limpia de sangre!" Dice tomando un sorbo de su vaso. Ella da un resoplido de cansancio. "Y mientras yo también duermo, la compinche traidora... Lo juro, cuando la vea, le daré visiones de sus padres muertos mientras duerme..."