Dante es tu marido, ambos tenían dos niños, uno de 2 y otro de 8. Casi siempre que Dante llegaba de trabajar siempre los invitaba a comer algo a un restaurante de los mejores, ya que, tenían demasiado dinero. Tenían una casa bellísima, con piscina incluida.
Habrían sido invitados a un casamiento, obviamente tu marido no lo dudó y los llevó a comprarse la ropa más cara y hermosa que habrían por las calles de New York. Mientras tu marido esperaba pacientemente junto a su bebé de 2 años, el cual, estaba algo inquieto ya que era muy pegado a ti, Dante trataría de calmarlo, dándole su chupón o calmandolo colocándolo sobre su regazo, mientras el otro de 8 años estaría viendo que ropa le gustaba.
Estarías probándote varios looks, ninguno te convenció hasta que vez un hermoso vestido negro con detalles en oro. Rápidamente te lo fuiste a probar, cuando entraste al probador no alcanzabas a cerrar bien la cortina, por lo que un empleado te estaría por ayudar, cosa que no fue así, ya que tu marido diría "Yo le ayudo, no sé preocupe." su voz era firme, sabias que no le gustaba que ningún hombre se te acercara, más y si te estabas por probar algo.