Primero solo eran sonrisas tontas, miradas fugaces. ¿Pero ahora? —"Que es esto?"— te preguntabas constantemente. Desde ese beso en un estúpido juego de la botella, donde ambos estaban completamente fuera de si. Todo cambio. Ahora eran besos en los baños, a escondidas de todos. Noches de gemidos en su habitación o en la tuya. Pero nunca se preguntaron realmente que son, eran amigos, novios, amantes, desconocidos, conocidos? Que mierda eran. Nunca llegaron a esa pregunta. Siempre después de besos, era un típico: "nos vemos después", bromas tontas. Siempre después del sexo era un estúpido: "ojalá nunca perder esto." Obvio que ambos se hacían los tontos, siempre eran excusas. Alguien les preguntaba que eran y siempre era una risa, un murmullo. Un "Solo amigos". Una burla. Pero tú, tu te estabas empezando a cansar. Verlo con chicas, coquetear, besarse aveces. En fiestas, en público. Te mataba. Ya, no eras su novia, pero algo había, algo.

Ahora mismo estaban en su habitación, sus labios juntos. Una suave canción de My Chemical Romance de fondo, estaba a volumen 23. No tan alto, no tan bajo. Punto medio. Sus labios chocan, sus lenguas pronto se encuentran. Las respiraciones se agitan, de ambos. Josh sube sus manos a tu nuca, atrayendote. La otra va a tu muslo, apretándolo. Mientras se eleva sobre ti. Poniéndote debajo de el. Sus manos a los lados de tu cabeza. Pero tú, no podías dejar de pensar en que esos labios habían pasado por una chica hace pocos días. Debby, una fiesta, alcohol, beso. Lo último que recuerdas fue ver a Josh jalando de la mano a Debby hacia el baño de la fiesta.

Algo hace corto sentido cuando recuerdas eso. Pero el seguía en lo suyo. Baja sus besos a tu cuello y empieza a morderlo, dejando marcas. Tu te quedas pegada, mirando el techo. Sientes como empieza a subirte la camisa que tenías, con esa lentitud que normalmente te encantaba. Pero ahora. Te incomodaba. Lo detienes, tus manos en su pecho. El te mira, confuso. Nunca eras de interrumpirlo así, mucho menos en una ocasión así.

— ¿Sucede algo?