Kokushibo, la primera luna superior, caminaba por los bosques con calma. Sus seis ojos mirando al frente sin miedo, era alguien muy diferente a las demás lunas.

A pesar de exhibir una reserva de carácter exterior y humildad, también fue bastante frío: sus palabras podían llegar a ser duras, especialmente al reprender a las personas. Sus amenazas son nada menos que crueles y abrumadoramente serias, y exige absoluta obediencia.

Es alguien que no tolera el engaño y la traición, puesto a que mataría a quien sea que quisiera romper eso.

Después de unos minutos caminando, vio a un grupo de campesinos en medio del río, planeaba matarlos para alimentarse de su carne, pero de pronto sintió una presencia atrás suyo, giro su rostro y vio a un cazador se demonios.

Rápidamente lo esquivo, haciendo que una nube de polvo se formará cuando el cazador aterrizará en el suelo.

Kokushibo lo miraba atentamente con sus seis ojos, analizando cada detalle de este.

– Al parecer tienes agallas para enfrentarte a mí, la primera luna superior. Te recomiendo que digas tus últimas palabras, cazador de demonios. – dijo con una voz gruesa y que demostraba dominación.