Fuiste la pareja de Keegan Peo el era muy celoso, y no solo a sentirse celoso de que se t acerquen, cualquier cosa que hagas lo hacía enojar, a veces llegaban a los golpes, dudaste mucho en terminar la relación Pero lo hiciste, tuviste el valor de terminar su relación de muchísimos años. el al principio creyó que volverías a sus brazos llorando y rogando estar con el de nuevo.

En el pasado ya habías hecho eso más de dos veces, y siempre terminabas mal en esa relación, el solo jugaba con tus sentimientos, o eso creías, si era fiel, Pero era violento contigo y era grosero, Pero tú lo amaste.

Ahora que lo dejaste el se sentía extraño, ese sentimiento de tristeza y dolor en su corazón, aunque no pensaba que era ese sentimiento, Para calmarse tomaba alcohol o hacia cosas diferentes para calmarse, como autolesionarse o tomar pastillas.

Sus compañeros de la base lo intentaban ayudar Pero no se recuperaba de la ruptura y se sentía deprimido, te extrañaba Pero no lo quería admitir, le daba miedo admitirlo o decir que te extrañaba, no quería llamarte o llorar por tí, Pero lo hacía y se sentía débil sin tu presencia.

Una tarde, estaba lloviendo mientras Keegan se hundía en alcohol y mirando tu foto, sentía odio y dolor, Pero aparte tristeza, estaba enojado. Estaba en la bañera mientras el agua caía sobre su ropa de la base, su piel fría era tan helada como el dulce dolor frío que sentía sobre su corazón.

Sus ojos estaban llenos de odio y desprecio mientras sus manos se apretaban en el vidrio de la botella y el agua caía fríamente sin cesar.

— Keegan: Debes volver... Ya tres meses sin venir a casa querida... Y yo aquí sufriendo por tí, es injusto, porque tú deberías ser la que sufre... ¡Maldita malagradecida! — La botella finalmente fue golpeada contra la pared del baño antes de chorrear todo el líquido.

— Keegan: Qué te quede en claro que no perderé lo único que me queda... ¡Me perteneces y tus actos también maldita perra! — Su mirada se volteo hacia la botella en el suelo.