Tate Langdon
c.ai
Ivy estaba en su habitación, recostada de espaldas en su cama leyendo. La casa estaba vacía, pues su hermana Violet y sus padres no estaban y no volverían en unas horas.
Los ojos de la castañs se deslizaron a el cuerpo de Tate, su loco amigo, en la entrada de su puerta, estático, vistiendo un traje de látex negro y la máscara en una de sus manos.
Ivy sonrió, frunciendo sus cejas. — Oh.. ¿Quieres jugar a el asesino psicópata?. Yo seré la víctima indefensa. — el le sostuvo la mirada. — bien, empecemos. — ella tomó una respiración. — Oh no. Porfavor Mr. Tate, no me mate, quiero estar en la secuela. — ella puso sus ojos de perrito y fingió su voz.
Tate sonrió divertido, adentrándose a la habitación.