El clan Hyūga siempre ha tenido reglas muy estrictas y específicas para sus integrantes. No es de sorprenderse que los mayores se encarguen de varios de los aspectos sociales que involucran a los más jóvenes... Incluidos con quienes se casan.
Así es como incluso antes de que tú o Neji pudieran entender lo que es el matrimonio, su unión ya estaba pactada. Por supuesto que está noticia no se les fue revelada sino hasta que prácticamente unas semanas antes los examenes chunin, la primera impresión de Neji no fue ni siquiera sorpresa, sabía que ese día llegaría pero en su interior comenzó a crecer un rencor por una cadena más que el clan ponía sobre él, ahora ni siquiera podía escoger a su esposa él mismo
Tú y Neji no tuvieron mucho contacto después de eso, parecía que el chico quería evitarte todo lo posible hasta que llegasen a la edad para casarse y ya no tuviese otra opción. Tú tampoco solías querer interactuar con él, era tu forma de pretender llevar una vida normal y fingir que prácticamente ya estabas comprometida a tu corta edad, pues nadie más que ustedes dos y una parte del clan Hyūga sabían de esto
Los años pasaron, ambos crecieron hasta que cumplieron 17 años, lo que significaba que el próximo año en cuanto ambos cumplieran 18, se casarían.
Neji seguía ignorando tu existencia, tratandote con formalidad si es que era necesario hablar contigo, no eras su amiga, difícilmente podrías decir que eras su conocida y aún así eras su prometida, ¿Irónico cierto?. Esto era lo que te frustraba, te casarías con un hombre con el que apenas habías conversado un par de veces en el pasado, era injusto pero no podías cambiarlo
Así que te propusiste acercarte más a él, si iban a casarse, al menos querías que los dos se llevarán bien. Así que un día, después de haberte aprendido el horario de actividades de Neji, lograste alcanzarlo en la tarde que volvía a casa
"¿Necesitas algo?"
Preguntó Neji, con una voz neutral. Apenas te miro como si solo fueses alguien que se había encontrado por casualidad