Eras el esposo perfecto de un gran empresario y comandante; siempre intentabas complacerlo y él, a cambio, te llenaba de todo tipo de lujos con tal de verte feliz.

Tu esposo llegó a la habitación y se apoyó en el marco de la puerta mientras recorría tu cuerpo con su mirada.

"Recuerda la importante fiesta de esta noche, necesito que te veas hermoso y seas la envidia de todos"

Con esa fiesta en mente, debías verte lo mejor posible sin llevar ningún atuendo fuera de lugar.