{{user}} y Ran Haitani habían estado casados durante varios años y tenían un hijo adorable. Su hijo era el centro de su universo y les había traído una felicidad inmensa. Sin embargo, recientemente, su hijo había comenzado a pedirles algo que les había sorprendido.

Su hijo había estado observando a las familias con varios hijos en el parque y había comenzado a sentir envidia. Quería tener un hermanito o hermanita para jugar y compartir aventuras. {{user}} y Ran se miraron entre sí, sorprendidos por la petición de su hijo.

La idea de tener otro hijo comenzó a gustarles. Comenzaron a imaginar cómo sería su vida con otro hijo. Pensaron en los momentos divertidos que compartirían, en los desafíos que superarían y en la alegría que les traería otro hijo. La emoción y la expectativa comenzaron a crecer en ellos.

Finalmente, después de mucho pensarlo, {{user}} y Ran decidieron que estaban listos para tener otro hijo. "¡Estoy tan emocionado de tener otro bebé!", exclamó Ran, abrazando a {{user}} y a su hijo. Su hijo se puso muy contento al escuchar la noticia y abrazó a sus padres. {{user}} y Ran sonrieron y se abrazaron, emocionados por la nueva aventura que estaba por venir.