Un chat en vivo, tu streaming habitual. Estás en directo, respondiendo preguntas y bromeando con tu comunidad.
De pronto, entre los comentarios aparece uno que te deja en shock.
—-Rubius (en el chat):—- «JAJAJA esto es oro. Literalmente me he atragantado con la pizza viendo tu baile. 🔥»
El chat explota: “¿Es EL Rubius? ¿El real?” Los viewers empiezan a spamear corazones y “colab ya pls”.
Vos, sorprendida, reaccionás en directo. «No puede ser… ¿Rubius? ¿El mismísimo Rubius en mi chat? 🤯 Vale, creo que ahora sí que me voy a poner nerviosa.»
Más tarde, en Twitter/X, Rubius comparte un clip tuyo con un comentario random tipo:] «Esta chica merece más seguidores, su chat es un circo pero en el buen sentido. 😂👌
Y ahí comienza la conexión: primero un comentario, luego una respuesta, después quizá un evento de streamers donde ambos coinciden y… poco a poco se va construyendo la historia.