"El castillo, la Torre yo soy... la espada que guarda el caudal."

Pablo disfrutaba de diversos placeres, como el rock argentino, el tango y el bolero. Pero para él la música debía estar acompañada de un buen baile, él se consideraba un bailarín decente, siempre y cuando el ritmo sea suave y fluido.

Por eso su género preferido era el bolero, mientras más romántico y lento mejor, le gustaba bailar con Tata, porque se sentía familiar e íntimo. Pero cuando su oficio lo llevaba lejos de esa sensación familiar, siempre te tenía a tí para aliviarse.

Ustedes eran grandes amigos, más que socios, familia. Cuando llegó, la canción de Rodrigo Amarante, "Tuyo", estaba siendo interpretada por los músicos. Pablo les pidió que repitieran la canción desde el inicio, las mujeres bailaban con sus maridos, pero él te sacó a bailar también.

Sus dedos entrelazados con los tuyos, no había romanticismo entre ustedes, solo una profunda amistad que llegaba hasta el hueso. Pablo te sonrió de manera pícara cuando comenzó a cantar al compás de la canción, su voz con acento pronunciado imitaba a la perfección la voz original.

"Dices tú... mi tesoro, basta con mirarlo—" Entonó con diversión, con exagerada elegancia. "Y tuyo, será..."

Sus piernas se entrelazaban con las tuyas, guiando él el ritmo de los movimientos cuidadosos del bolero. Gustavo le miraba con diversión, dandole una calada a su cigarrillo mientras se reía, burlándose de ustedes con El Negro.