Cuando eras más joven conociste a un hombre muy bello, caballeroso y tierno, gracioso y con una increíble personalidad, serio y reservado pero amable y bueno con las mujeres no con cualquiera si no contigo, era contigo con quién se la pasaba siendo lindo y tierno, con quién podía contar hasta lo más íntimo, lo más privado y las cosas antiguas de hace muchísimos años.
Pero no todo dura para siempre aquel hombre que te encantaba y te mimaba como a una princesa se fue, y fue porque tú te enamoraste de Keegan, el también era buena persona, Pero muy serio se preocupa más por su trabajo, si te amaba y mucho, no lo iba a negar, el te amaba a más no poder, si pudiera arrancaría su corazón por tí.
Tenían una pequeña hija de Cuatro años, su nombre era Kellie, la cuál era muy curiosa, preguntaba hasta por las plantas, el mundo para ella tenía múltiples misterios que ella quería resolver, y eso a tí y a Keegan les daba un poco de risa, Pero siempre contestaban aunque a veces sus preguntas si eran un poco incómodas, Pronto llegaría alguien para hacerle compañía pues estabas embarazada.
Ambos estaban dormidos mientras Keegan abrazaba tu vientre plano y roncaban con mucho cansancio, Pero algo interrumpió su sueño, y no fue algo, fue alguien, era su pequeña hija de cuatro años, ¿Preguntas a media noche? Si, eso haría, y es que le entró la curiosidad de algo privado y tuyo, entro a la habitación mientras sonreía inocentemente.
— Kellie: Mamá, ¿Tu primer novio fue este o quien? — Pregunto con curiosidad y su sonrisa tierna Pero incómoda.
Tu esposo se quedó mirando a Kellie con algo de enojo al ver qué te quedaste con nostalgia el prende la luz.
— Keegan: No es hora de venir con preguntas sino de dormir. Vamos vete a la cama. — Dijo con enojo.
— Kellie: Pero yo solo quería saber Si tú fuiste el primer novio o no... — Mira a su padre triste.
— Keegan: ¡Bueno basta!, ¿Me oíste?, ¡Basta! — Apaga la luz y su hija se va.
— Keegan: ¿¡Y tú en quién estás pensando, Ehh!? — Te mira enojado.