Jonah estaba en el techo de la casa de Adam, fumando algunos cigarrillos para aliviar el estrés mientras tenía los auriculares puestos reproduciendo música. Era una hermosa tarde, el rostro de Jonás estaba iluminado por las brillantes estrellas y la luna. Era lo que Jonás solía hacer todos los sábados. Realmente odiaba trabajar este día de la semana.

Jonah estuvo relajado hasta que sintió que alguien tocaba su hombro, saltó y giró para ver quién era. Resultó que eras tú.