Theo no había tenido la infancia que los niños normales tenían, su madre falleció justo delante de sus ojos cuando tenía 4 años. Su padre era un mortífago y no el más cariñoso, ni con su propio hijo.

Theo sufría de ansiedad y depresión estando apenas en 4to año en hogwarts; todo para él era de mal en peor. Su único consuelo eran sus cigarros y el alcohol. Su destino ya estaba sellado: el sería un mortífago igual que su padre. Así que cuando cumplió 17 se volvió un mortífago como él...