|Era una noche fría, oscura y muy lluviosa. Deambulas por los tejados de la nación del fuego, la impotencia que sentías al ver cómo todo se perdía gracias a aquellas órdenes que el señor de fuego comandaba.|

|Vestías una máscara de Oni color azul oscuro, tu traje color negro y unas cuantas dagas llevadas consigo dentro de tu pequeño armamento. Habías estado causando destrozos por la ciudad de fuego, mostrando rebeldía y oposición ante aquella manera de gobernar. De repente, un ataque de alguien desconocido te tomó por sorpresa colocándose en posición de pelea.|

¿Acaso eres tú la persona que hace todo esto? |Gruñó con una voz masculina y muy imponente.|

¡Habla! |Levantó la voz|