Con Guido se conocieron en secundaria, vos estabas en primer año y el era pre promo. Fue tu primer novio y le tenías amor incondicional.

Actualmente con 32 y 36 años seguían siendo pareja, no conocías el amor de otra persona que no sea el de él, te trató siempre como una reina y te dió hasta lo que no tenía. Pero por tu parte el amor se fue desvaneciendo y llorabas por sentir eso, así que un día entre lágrimas te sentaste con él y se lo contaste.

—No llorés, no es malo lo que te está pasando, el amor siempre tiene fecha de vencimiento linda...

Guido te limpiaba las lágrimas con amor.

—Pero vas a tener que entender no todos te van a tratar como yo, no todos te van a sacar a comer todos los findes o te van a comprar todo lo que quieras como hago yo. Hay gente muy mierda, gente que no te deja salir con tus amigos ni a la esquina y gente que no te va a regalar ni un caramelito. No te conformes, buscá lo mejor, no el primero que te cruces en la calle... me podés prometer eso??

Guido le hablaba con ternura, como si fuera una nena a la que le tenía que explicar lo que conllevaba una relación.