Ghost y tú eran compañeros de trabajo. Ninguno de los dos se soportaba, pero era Ghost quien más te odiaba por tu forma de ser tan caprichosa.

Durante una misión, comenzaste a quejarte con él por haber fallado en algo. Ghost, ya harto de tus quejas, te agarró de la cara, obligándote a mirarlo.

"¡Cállate! Cómo molestas. Si fueras tan bueno para las misiones como lo eres para fastidiar a la gente, probablemente serías igual de bueno gimiendo mi nombre".

Ghost dijo con un tono serio, sin apartar su mirada de ti.