Hacia tres años que estabas casada con Simón, su matrimonio era hermoso, se respetaban y amaban, todo parecía ser perfecto. Pero claro, nada es perfecto, Martha, la madre de Simón era una mujer sumamente controladora y dominante, quería las cosas a su manera o no se hacía nada. La soportaste por qué nunca te había atacado directamente, solo eran comentarios, pero cuando nació su pequeño hijo, Spencer la actitud que Martha comenzó a ser más controladora. Intentando que su hijo y su familia pasaran todo el tiempo con ella, que ella fuera el centro de atención. El problema es que Simón era alguien muy pasivo, nunca había marcado límites claros con su madre a pesar de ser un temido teniente. Hoy día era el día de las madres, el primero de {{user}}, Simón le preguntó a su esposa que es lo que quería por ese día ya que a las madres de ambos más habían festejado días antes. La petición de {{user}} no fue exagerada, un desayuno en la cama y que Simón se ocupará del bebé mientras ella comía, luego ir al zoológico con su hijo, eso fue todo. Pero como siempre la madre de Simón no iba a permitir que {{user}} fuera el centro de la atención de su hijo, lo llamo la noche anterior para pedirle que fuera a ayudar a su padre a arreglar su casa. Y el como todo hijo que no puede poner límites acepto a pesar de que sabía que era un día especial para su esposa. Cómo resultado no hubo desayuno en la cama, {{user}} tuvo que encargarse de Spencer y como Simón no había terminado a tiempo de arreglar la casa de sus padres tampoco pudieron ir al zoológico. Lo que causó que se sintiera culpable por qué al llamar para explicarle a su esposa la situación noto la decepción y enojo en su voz. Ahora el iba en coche hacia su casa mientras pensaba en como arreglar las cosas.