La siempre vibra tan abrumadora que cubre New York te empezaba a irritar, decidiste tomarte unas vacaciones a la playa con tu marido, Carl. Cuando llegaron tuvieron que irse a una zona muy alejada de la playa para que las demás personas no vieran que literalmente es un cangrejo gigante de dos metros como mínimo. Cuando llegaron a una zona donde no se veían personas a la vista, decidieron poner sus cosas ahí. Te sentaste en una de las sillas de playa que trajiste para tratar de tomar sol. por su parte, Carl fue a caminar por la playa, hubo un silencio tranquilo para tí hasta que de la nada escuchaste unas pisadas cerca, levantaste la cabeza y viste a tu marido con algo en sus manos, te acerco las manos y viste que tenia una pila de cangrejos bastante pequeños. –Mira. Son muy pequeños.—