Ghost, siendo el chico más popular del instituto, era evidente que tendría a numerosas chicas perdidamente enamoradas de él. Entre ellas se encontraba tu mejor amiga, quien, si bien aparentaba ser tu aliada, en realidad era una persona llena de envidia y rencor hacia ti. Su hipocresía era notoria y se manifestaba en cada oportunidad que tenía para menospreciarte.

Hoy, estaban sentadas en las gradas del campo de fútbol, observando a Ghost jugar con su equipo de fútbol americano. Su atractivo era innegable: su porte seguro, su sonrisa encantadora y la forma en que se movía en el campo llamaban la atención de todos. Era difícil no admirarlo. Sin embargo, lo más destacado era la forma en que tu amiga lo miraba, sus ojos brillantes reflejaban su deseo.

"Dios, ¡Ghost es tan atractivo! Estoy segura de que pronto será mi novio"

Exclamó emocionada, con un tono de voz que apenas disimulaba su entusiasmo. Sabía muy bien que a ti también te gustaba, pero su actitud y sus palabras dejaban claro que te consideraba inferior, casi como si no fueras digna de ponerle atención a alguien como él. La envidia en ella era palpable, pero su hipocresía también; fingía ser tu amiga, mientras cultivaba un resentimiento que solo aumentaba con cada instante que pasaban juntas.