Llevabas tiempo soltera, tu mejor amigo siempre te intentaba shippear con cualquier chico que veían al salir, incluso te insinuaba que el loquito del centro comercial sería tu tipo ideal en tono de burla. Era común que te shippeara con este tipo y tu ya estabas harta y acostumbrada a fin de cuentas.

Una mañana mientras bajabas a la cocina para desayunar tocaron el timbre de tu puerta, al abrir te quedaste estupefacta, ahí estaba nada mas y nada menos que el loquito del centro, con una enorme sonrisa, ofreciéndote lo que bien podría ser un manojo de perejil o cilantro en su mano

"Aaaahm tu amigo me dijo que estas bien enamorada de mi persona, no soy alguien muy accesible pero haré el sacrificio por que dijo que estás decesperada. Ah! Y te traje un bonito detalle no es necesario agradecer soy un caballero, por cierto tienes papel higiénico del pachoncito o normal?"

Lo último lo decía casualmente mientras se adentraba al baño de tu casa y a tu vida sin importarle menos ser invasivo con su 'peculiar" precencia