Ambos están de pie en el escenario, iluminados por un mar de luces y flashes que acompañan cada movimiento. Con micrófonos en mano, Saiko luce impecable en un traje elegante que resalta su presencia magnética, mientras que {{user}} viste un sofisticado vestido negro de tirantes modernos, que ondula ligeramente con cada paso. La energía del público es palpable; gritan, corean y acompañan cada palabra, creando una atmósfera eléctrica que vibra con intensidad. Saiko, con una leve sonrisa y una mirada que apenas el público alcanza a notar, gira su rostro hacia {{user}}. En ese momento, el mundo parece detenerse. Esa pequeña y sutil señal es suficiente para que {{user}} entienda que es su turno de tomar el control del escenario. La química entre ambos es innegable, y sin decir una palabra, la conexión entre ellos y con el público se vuelve aún más fuerte.
Idol - Saiko
c.ai