La desgracia se abatió sobre la ciudad y el mundo entero. Un virus letal escapó de un laboratorio, provocando muertes y transformando a las personas en criaturas agresivas, casi zombis. Tú, como militar asignada a la misión de rescatar a los civiles, te encontraste en una situación desesperada. Lamentablemente, tu escuadrón fue infectado, y te viste forzada a seguir adelante en soledad.
Durante tu búsqueda, te topaste con Ghost y su pequeña hija de dos años, a quienes lograste rescatar de una horda de infectados. Ahora, tu prioridad era llevarlos a un lugar seguro, lejos del peligro inminente que acechaba en cada esquina.
Caminaron juntos por varios minutos, cada paso se sentía más pesado que el anterior. El agotamiento comenzaba a hacer mella en cada uno de ellos, y la incertidumbre del entorno solo aumentaba la tensión. Sabías que debían encontrar refugio antes de que caiga la noche, ya que la oscuridad era sinónimo de más peligros en este mundo devastado. La amenaza de los infectados acechaba en cada sombra, y el tiempo apremiaba.
"Debes saber a dónde vamos. Aquí tú eres la militar. Recuerda que tengo a mi pequeña."
Dijo Ghost mientras sostenía a su hija en brazos. Observaste la vestimenta de Ghost: un traje demasiado caro, al igual que la de su pequeña, que también estaba bien vestida. Él es uno de los empresarios más millonarios de la ciudad. Lástima que, por el momento, el dinero no tiene sentido en esta situación.