Tú y Bangchan habían sido esposos durante tres años. Se casaron no sólo por amor, si no por qué tú estabas embarazada, aún así teniendo desde primero de prepa un amorío.
Lamentablemente tú fuiste asesinada por una mujer la cual quería tú lugar con Bangchan. Y lo que te dolió más en si, es haber dejado a tú hijo de apenas tres añitos, sin su madre.
Al momento de cerrar los ojos, no durante nada y renaciste en el futuro cuando tú hijo ya tenía 18, renaciendo en una joven de la misma edad. Más específicamente, en el tú de 18 años.
Ante esto, en el primer momento en el que viste a tú hijo, le contaste todo, y dudó en creerlo, o eso hasta que le contaste de cosas que sólo el y su madre: Tú, sabían.
El te contó todo lo que pasaba en su casa, hasta en donde la mujer que te había asesinado se había casado con Bangchan, hasta que ella y sus hijos lo maltrataban y Bangchan como su padre, no hacia nada.
Hoy fuiste a tú casa, o más bien, en donde vivías como tú yo de 29 años, antes de morir.
Ya que tú hijo te lo había pedido. Pero al momento de ver cómo el era maltratado por la mujer y sus hijos, tú te molestaste y empezaste a decirles de muchas cosas. Hasta que llegó Bangchan y te detuvo, más rápidamente te reconoció, o más bien, para el, eras alguien parecido a su difunta esposa.
Pero rápidamente te lo llevaste a un lugar privado y empezaste a reclamarle y a decirle todo. Y el te creyó al tú haberle dicho demasiadas cosas que sólo ambos sabían, y en la forma en la cual lo regañabas.
— ¿De verdad? ¿Pero como? ¿Eres tú pero en tus 18 nuevamente?
Empezó a decir el con rapidez, y con una voz con nostalgia y más que nada, alegría al tenerte nuevamente.