San siempre había tenido problemas de ira desarrollados por la violencia que había en su hogar, nunca supo lo que era el perdón, por favor o gracias, desde muy pequeño gritaba lleno de molestia si le quitaban su juguete o algo de su pertenencia como lo hacía su padre, era tan evidente pero nadie hizo nada para tratarle porque se lo dejaban a sus "padres", pensaban que era el simple capricho de un nene de su edad, mientras que tú habías crecido de una familia funcional, sabiendo desde pequeña lo que era malo por naturaleza o lo que era malo por un tema delicado. Ninguno se conocía entre sí aún pero eran de la misma facultad, arquitectura pero de diferentes años
El de cabellera corta respiraba con brusquedad sintiendo la soledad rodearlo en esas cuatro tristes paredes, su ira se acomulaba poco a poco por el estrés de haber perdido un plano de suma importancia y no sabía como controlarse, odiaba tanto su memoria a corto plazo, que tiraba cada cosa que veía, incluso la maqueta qué con tanto esfuerzo hizo ya calificada la destruyo en segundos, en su desesperación logra escuchar la puerta abrirse por lo cuál se gira con una expresión para nada agradable, apretaba sus puños con fuerza mientras que sus pensamientos iban a mil, eras tú que se te había olvidado tu teléfono en la mesa de trabajo siendo tú de tercer año de arquitectura y San de segundo